Lo dicho antes, si alguien se incorpora aquí, que baje dos entradas y empiece a leer por la primera parte (más que nada, por cogerle el sentido al asunto).
Aquí os dejo el final de... esto:
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Empezó a morderse las uñas. No se había mordido las uñas desde muy pequeño, cuando estaba en el colegio. Agarró el teléfono y marcó el número de la policía. Su mente, confundida y espesa, no pensaba con claridad. Una voz femenina le dio los buenos días con cierta brusquedad.
-Buenos días... –balbuceó-. Esto..., creo que he visto un accidente de tráfico.
-¿Se encuentra usted prestando auxilio? ¿Podría indicarme el lugar exacto o aproximado?
-No, yo sigo en mi coche –explicó-. Es que era en el otro sentido.
-Está bien –respondió la voz-. Debe usted decirme dónde ha sido para que se envíen los efectivos oportunos.
-Más o menos en el kilómetro 301 de la A-5, dirección Madrid, pero... –se sintió un tanto estúpido- creo que ya había una grúa y un coche de la guardia civil.
-Entonces, ¿para qué llama usted? –la voz de la mujer había pasado de seca a desagradable.
-No sé muy bien, es que creo que quería saber si ustedes tenían constancia de dicho accidente.
-No lo comprendo muy bien, ¿sería tan amable usted de facilitarme su nombre y apellidos? –dijo en tono mucho más cordial.
Un tanto intimidado, colgó el teléfono recriminándose no haber ocultado el número al marcar y pensando que pronto le llamarían a él para pedirle explicaciones. Detuvo el vehículo en la cuneta de la primera salida que encontró, se apeó de él y encendió un cigarrillo. Tenía la camisa empapada en sudor y temblaba como un cachorro abandonado. Por un instante pensó en volver e investigar el accidente pero, por temor a volverse loco, no se atrevía a ir y ver que de nuevo había desaparecido todo. Decidió continuar el viaje, llegar a su destino, llamar a su cliente e intentar una prórroga de tiempo para alquilar una habitación y darse una buena ducha. Intentó quitarse de la cabeza la visión de aquel accidente, convencerse de que todo tendría su explicación y que su imaginación le había jugado una mala pasada. Sintiéndose más relajado con cada calada, volvió a entrar en el coche, tirando la colilla antes de cerrar la puerta.
-Puto coche de mierda –masculló mientras se ponía en marcha y volvía a tomar la autovía en dirección Badajoz.
Intentó sin éxito sintonizar alguna emisora de radio. Después de varios infructuosos intentos, recordó que la antena se encontraba guardada en el maletero y no se había acordado de ponerla. Harto de dar vueltas al dial, dio un puñetazo sobre el cassette y volvió a coger el teléfono para marcar el número de su novia.
-¿Se puede saber qué demonios pasa hoy? –dijo ella en un tono claramente malhumorado-. Estoy un poco harta de que me llames, te desahogues conmigo y luego cuelgues sin más para llamarme otra vez y empezar de nuevo. ¿Qué es eso tan raro que te ha pasado?
-No lo tengo muy claro.
-Pues te lo voy a decir yo –añadió ella de forma irascible-. Lo que te pasa es que estás enmonado con la mierda del tabaco, y cuando no fumas te vuelves gilipollas.
Iba a replicar cuando vio algo que le dejó helado: un mojón kilométrico que le señalaba el kilómetro 299. Se le hizo un nudo en la garganta y empezó a sentirse de nuevo bañado en un sudor frío.
-Nena, me estoy asustando de verdad –susurró.
-¿Pero qué te pasa? –ella había bajado el tono el voz-. Dímelo porque me estás asustando a mí.
-Acabo de pasar por el kilómetro 299.
-¿Y qué?
-Pues que hace un rato pasé por el 301.
-Sigo sin entender cuál es el problema, tío, estás paranoico.
-Es que... en el sentido que llevo, Madrid tiene el kilómetro 0 y Badajoz el 400. Debería ir por el kilómetro... no sé, por el 305 o así.
-Tranquilo, guapo, que alguna explicación habrá. Es posible que te equivocaras al leer el 301 o que el mojón estuviese mal colocado. Tío, parece mentira que seas tú quien dice esto.
-Ya... pero es que ahora estoy pasando por el kilómetro 300.
-Y después vendrá el 301, claro –replicó ella riéndose.
(el 301 no, el 301 no)
El cielo volvía a estar encapotado y ni siquiera había sido consciente del cambio. Hacía un segundo brillaba a su espalda un sol radiante. Entonces, un ligero parpadeo y, como un truco de ilusionista, el escenario en el que se encontraba era totalmente diferente.
(la gasolinera)
-¿Cómo? –escuchó decir a su novia.
A pocos metros pudo vislumbrar la misma estación de servicio que ya había visto dos veces aquella mañana. Eternamente detenida, una fantasmal autocaravana repostaba en el surtidor del gasoil. Volvía a sentir náuseas, volvía a notar un hormigueo que nacía en la boca del estómago y hacía que le temblara todo el cuerpo.
(la moto)
-¿Pero qué dices? –preguntó la chica-. ¡Habla más alto!
Rompiendo el sepulcral silencio que reinaba, un motorista le pasó a toda velocidad.
(y ahora las obras)
Poco más adelante, justo al empezar el punto kilométrico 301, una recta con la calzada pintada de amarillo indicando obras aunque él ya sabía que no habría obreros ni camiones.
-Oye, Iván, me estás asustando. ¿Por qué no paras y te fumas un cigarrillo?
Por un momento recuperó parte del aplomo y salió del trance.
-No quiero parar, necesito salir de aquí cuanto antes –cogió un cigarrillo de los que descansaban en el asiento contiguo y se lo llevó a la boca-. Pero sintiéndolo mucho, me voy a fumar ese pitillo.
A su izquierda apareció la plantación abandonada de girasoles, a su derecha los cerdos que comían plácidamente bajo los alcornoques.
(el pastor va a silbar. Por favor que no silbe)
-¡Déjate de historias y no se te ocurra fumar en mi coche! –le increpó una voz lejana.
Miró directamente al cerrillo, en donde un pastor sentado detrás de una alambrada giró la cabeza hacia la carretera y lo miró fijamente, cambiando aquel diabólico guión establecido. Entonces miró al cielo y silbó tan fuerte que, aun teniendo la ventanilla cerrada, pudo escucharlo.
(ahora es más real)
-¿Me oyes? Dime algo. Si me estás gastando una broma no tiene gracia.
(ahora el perro agrupa a las ovejas)
El perro marrón salió disparado y, con unos ladridos que no parecían salir de aquel diminuto cuerpo, agrupó en unos segundos al pequeño rebaño.
-Ya ha pasado todo –musitó.
-No estarás fumando, ¿verdad? –preguntó ella alterada.
(se me olvida algo...)
(...algo importante...)
(...fuma y recordarás)
Un camión de gran tonelaje había pinchado a la salida de una curva, ocupando más de la mitad del carril derecho. Iván encendió el cigarrillo y aspiró profundamente, cerrando unos instantes los ojos de placer. Al abrirlos se encontraba a escasos metros del camión, sin margen de maniobra. En aquel relámpago de tiempo no sintió miedo, no sintió ansiedad ni angustia. Sólo le dio tiempo a pensar “ya está, ya se ha acabado todo, hoy me muero”.
-¿Iván?... Dios mío, ¿qué ha sido ese ruido?... ¿Iván?
-Buenos días... –balbuceó-. Esto..., creo que he visto un accidente de tráfico.
-¿Se encuentra usted prestando auxilio? ¿Podría indicarme el lugar exacto o aproximado?
-No, yo sigo en mi coche –explicó-. Es que era en el otro sentido.
-Está bien –respondió la voz-. Debe usted decirme dónde ha sido para que se envíen los efectivos oportunos.
-Más o menos en el kilómetro 301 de la A-5, dirección Madrid, pero... –se sintió un tanto estúpido- creo que ya había una grúa y un coche de la guardia civil.
-Entonces, ¿para qué llama usted? –la voz de la mujer había pasado de seca a desagradable.
-No sé muy bien, es que creo que quería saber si ustedes tenían constancia de dicho accidente.
-No lo comprendo muy bien, ¿sería tan amable usted de facilitarme su nombre y apellidos? –dijo en tono mucho más cordial.
Un tanto intimidado, colgó el teléfono recriminándose no haber ocultado el número al marcar y pensando que pronto le llamarían a él para pedirle explicaciones. Detuvo el vehículo en la cuneta de la primera salida que encontró, se apeó de él y encendió un cigarrillo. Tenía la camisa empapada en sudor y temblaba como un cachorro abandonado. Por un instante pensó en volver e investigar el accidente pero, por temor a volverse loco, no se atrevía a ir y ver que de nuevo había desaparecido todo. Decidió continuar el viaje, llegar a su destino, llamar a su cliente e intentar una prórroga de tiempo para alquilar una habitación y darse una buena ducha. Intentó quitarse de la cabeza la visión de aquel accidente, convencerse de que todo tendría su explicación y que su imaginación le había jugado una mala pasada. Sintiéndose más relajado con cada calada, volvió a entrar en el coche, tirando la colilla antes de cerrar la puerta.
-Puto coche de mierda –masculló mientras se ponía en marcha y volvía a tomar la autovía en dirección Badajoz.
Intentó sin éxito sintonizar alguna emisora de radio. Después de varios infructuosos intentos, recordó que la antena se encontraba guardada en el maletero y no se había acordado de ponerla. Harto de dar vueltas al dial, dio un puñetazo sobre el cassette y volvió a coger el teléfono para marcar el número de su novia.
-¿Se puede saber qué demonios pasa hoy? –dijo ella en un tono claramente malhumorado-. Estoy un poco harta de que me llames, te desahogues conmigo y luego cuelgues sin más para llamarme otra vez y empezar de nuevo. ¿Qué es eso tan raro que te ha pasado?
-No lo tengo muy claro.
-Pues te lo voy a decir yo –añadió ella de forma irascible-. Lo que te pasa es que estás enmonado con la mierda del tabaco, y cuando no fumas te vuelves gilipollas.
Iba a replicar cuando vio algo que le dejó helado: un mojón kilométrico que le señalaba el kilómetro 299. Se le hizo un nudo en la garganta y empezó a sentirse de nuevo bañado en un sudor frío.
-Nena, me estoy asustando de verdad –susurró.
-¿Pero qué te pasa? –ella había bajado el tono el voz-. Dímelo porque me estás asustando a mí.
-Acabo de pasar por el kilómetro 299.
-¿Y qué?
-Pues que hace un rato pasé por el 301.
-Sigo sin entender cuál es el problema, tío, estás paranoico.
-Es que... en el sentido que llevo, Madrid tiene el kilómetro 0 y Badajoz el 400. Debería ir por el kilómetro... no sé, por el 305 o así.
-Tranquilo, guapo, que alguna explicación habrá. Es posible que te equivocaras al leer el 301 o que el mojón estuviese mal colocado. Tío, parece mentira que seas tú quien dice esto.
-Ya... pero es que ahora estoy pasando por el kilómetro 300.
-Y después vendrá el 301, claro –replicó ella riéndose.
(el 301 no, el 301 no)
El cielo volvía a estar encapotado y ni siquiera había sido consciente del cambio. Hacía un segundo brillaba a su espalda un sol radiante. Entonces, un ligero parpadeo y, como un truco de ilusionista, el escenario en el que se encontraba era totalmente diferente.
(la gasolinera)
-¿Cómo? –escuchó decir a su novia.
A pocos metros pudo vislumbrar la misma estación de servicio que ya había visto dos veces aquella mañana. Eternamente detenida, una fantasmal autocaravana repostaba en el surtidor del gasoil. Volvía a sentir náuseas, volvía a notar un hormigueo que nacía en la boca del estómago y hacía que le temblara todo el cuerpo.
(la moto)
-¿Pero qué dices? –preguntó la chica-. ¡Habla más alto!
Rompiendo el sepulcral silencio que reinaba, un motorista le pasó a toda velocidad.
(y ahora las obras)
Poco más adelante, justo al empezar el punto kilométrico 301, una recta con la calzada pintada de amarillo indicando obras aunque él ya sabía que no habría obreros ni camiones.
-Oye, Iván, me estás asustando. ¿Por qué no paras y te fumas un cigarrillo?
Por un momento recuperó parte del aplomo y salió del trance.
-No quiero parar, necesito salir de aquí cuanto antes –cogió un cigarrillo de los que descansaban en el asiento contiguo y se lo llevó a la boca-. Pero sintiéndolo mucho, me voy a fumar ese pitillo.
A su izquierda apareció la plantación abandonada de girasoles, a su derecha los cerdos que comían plácidamente bajo los alcornoques.
(el pastor va a silbar. Por favor que no silbe)
-¡Déjate de historias y no se te ocurra fumar en mi coche! –le increpó una voz lejana.
Miró directamente al cerrillo, en donde un pastor sentado detrás de una alambrada giró la cabeza hacia la carretera y lo miró fijamente, cambiando aquel diabólico guión establecido. Entonces miró al cielo y silbó tan fuerte que, aun teniendo la ventanilla cerrada, pudo escucharlo.
(ahora es más real)
-¿Me oyes? Dime algo. Si me estás gastando una broma no tiene gracia.
(ahora el perro agrupa a las ovejas)
El perro marrón salió disparado y, con unos ladridos que no parecían salir de aquel diminuto cuerpo, agrupó en unos segundos al pequeño rebaño.
-Ya ha pasado todo –musitó.
-No estarás fumando, ¿verdad? –preguntó ella alterada.
(se me olvida algo...)
(...algo importante...)
(...fuma y recordarás)
Un camión de gran tonelaje había pinchado a la salida de una curva, ocupando más de la mitad del carril derecho. Iván encendió el cigarrillo y aspiró profundamente, cerrando unos instantes los ojos de placer. Al abrirlos se encontraba a escasos metros del camión, sin margen de maniobra. En aquel relámpago de tiempo no sintió miedo, no sintió ansiedad ni angustia. Sólo le dio tiempo a pensar “ya está, ya se ha acabado todo, hoy me muero”.
-¿Iván?... Dios mío, ¿qué ha sido ese ruido?... ¿Iván?
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Eso ha sido todo. Tengo permiso para poner otra historia, pero creo que os voy a dejar unas semanas (o unos meses) para que descanséis de tanto leer tantas palabrotas. Y además, ya toca el acertijo 16... y después las soluciones. Si os ha gustado esta tierna historia, podéis dejar una monedita en mi gorra, que buena falta me hace.
33 comentarios:
Increible!!!
Voy a ser la primera por una vez y te puedo echar todas las flores que quiera...
Un placer leerte de nuevo Amaro, lo sabes.
Un beso
P.D. Observador no sé pero petardo...
Era buena no??????
Ahora que venga la otra!!!!!!!!!!
cual?
BESOS!
SIIIII PATY TENIA RAZON Y YO TAMBIEN AHHHHHHHHHHHHHH DIOSSSSSSSSSSSSSSSS
HE FUMADO 3 CIGARRILLOS C IVAN
MANUEL TE FELICITO !!!!!!!!!
NINGUN DESCANSO QUIERO MAS!!!!!!!!!
QUE VENGA QUE VENGA LA OTRA !!!!!!
TE FELICITO EXCELENTEEEEEEEEEE
FIUUUUUUUUUUUUUUU !!!!!!!!!!!
POR UN MOMENTO ME DIO UN "DEJA VU" DE LA PELICULA EL 6TO SENTIDO... AY AY
BESOS
KLAU ♥♥♥♥
...Hola! ya volvì... te guardo para la noche :), asì podrè leerte con detenimiento.
Buena idea la de Paty!
besos y abrazos mil Manu.
AMAROOOOOOOOOOOOOOOOOOO, TIENES UNA SOBRINA QUE ES UN ENCANTO
BUEN FIN DE SEMANA
Hola!
Segunda vez por aquí, pero hoy si te dejo rastro;)
Vaya con las premoniciones... se me han puesto los pelillos de punta con la historia. No sé si te gustará o no lo que te voy a decir, pero por un momento creí estar en uno de esos mundos raros que se monta Stephen King!
Un saludo, hasta pronto!!
Rara Avis: Para ser la primera en echarme flores, lo único que veo son cardos (me llamas petardo). Menos mal que sé que va con cariño...
Patricia: La primera historia la sugeriste tú. Se aceptan ideas (aunque ya sabes que soy un petardo (ver rara avis) y puede que no te haga caso). Un beso grande.
Klau: ¿fumaste 3 cigarros? ¡Mi intención era que dejaras de fumar!
She: Muchos abrazos. Si no quieres leerlo, te paso el resumen después para que puedas hacer el examen. :)
Tiatan: Lo sé, lo sé. Un encanto-bicho.
Rosana: Leí bastante de S. King cuando era un pimpollo, aunque ahora me cansa un poco. De cualquier manera, no deberías preocuparte por si lo considero un halago o un desprecio. Sólo por el tono, me siento francamente adulado, gracias.
Cómo no me haras caso me gustaria que todos leyeran al "jueguito macabro....."
pero con publicidad previa!!!!
quiero muchos lectores!!!!!
jejejeje
pd.Hoy estoy sin energías...no he podido contestar mis comentarios...comencé ayer!!!!!!! y ya es hoy y es de noche y me acaba de llegar el tuyo....son las 9:40 pm
BESOS!!!!
NOOOO MANUEL HAY VICIOS QUE ME CUESTA ABANDONAR !!!!!! YA TE HE AGREGADO A MIS LUGARES FAVORITOS Y ENLAZADO LA IMAGEN DE TU LIBRO ... COMO DESEA PATY QUE VENGAN MUCHOS MUCHOS A CONOCERTE...
BESOS
MILES
KLAU ♥♥♥
Patricia!!! ¿Seguro que "el Macabro Juego de Sal Beinit"? Tú quieres que la gente siga pasando malos ratos, no? Estaba pensando en poner "No sabemos nuestros nombres", por ser uno de mis favoritos, pero no sé, creo que es un poco largo (el doble que el anterior), y además veo que las lecturas no son el fuerte por estos barrios. Lo seguiré pensando, y tendré en cuenta tu sugerencia.
Klau... gracias!!! También tú figuras entre mi selecto círculo de amistades!!!
Manuel, es que es muy buena!!!! pero cómo la otra no la he leído mejor!!!
La que tu quieras estará bien.
Si, estoy de acuerdo que son pocos los que se dedican a leer, entonces divide tu relato en más partes!!!! y listo....
Imagina que yo siempre que escribo un texto debajo de mi pintura pienso que les va a dar lata leerlo!!!
Divide tu relato en el tripe de partes....y creo que será mejor.
BESOS!!!!
Amaro, me partes el corazón... aunque sea con cariño.
Un momento! exijo mi derecho de rèplica y mis sugerencias!!!!!
Primero, hola a todos!, segundo, a tì Manu:
Otra de mis màs grandes pasiones es leer que lo sepas, asì que no me importa cuan largo y complicado sea lo que leo si es interesante y capta mi atenciòn,tu lo has hecho, asi que puedo soportar 5000 cuartillas de una sentada ok?
peeeeeeeeeeeeerooooooooo
Hay ocasiones en que debido a mis mùltiples actividades, sòlo puedo leer sin comentar o enterarme que debo hacerlo y dejo pendiente la acciòn cuando TODOS mis sentidos estan alertas para dicho momento ok? en este caso me agarras recien llegadita y mente en blanco, y un amigo merece màs que mi simple vistazo ,asì que en cualquier momento de los pocos dìas libres que me quedan ,te LEERE CON DETENIMIENTO y agarrate porque soy muy criticona,vicios de haber estudiado teatro y analisis de obras , me odiaràs! es amenaza
( mirada y pose maquiavèlica ñaca ñaca ñaca)
un beso Manu y escribe todo lo que quieras y tan grande y largo como desees, me encantarà leer lo que pongas, lo harè con gusto, de corazòn te lo digo.
Besito a todos.
Patricia... me parece ver un brillito de sadismo en tus lindas pupilas. ;)
Rara Avis... partirte yo el corazón??? ¡Nunca de forma consciente! Ya sabes que soy un poco quemasangres, es sólo eso.
She... Por alusiones: no hace falta que exijas derechos de replica. Esta es tu casa y haces lo que te da la gana (menos tirarte pedos y fumar). Sobre lo de ser mala y criticar mi relato, encantado de escucharte. No todo van a ser halagos, no?
Lo de ñaca ñaca ñaca, por estos barrios tiene una lectura erótica. Pero no te retractes, que aquí en mi blog el que se equivoca suele perder algo. Besos :)
MANUEEEEEL NO TE PONGAS A HABLAR DE LOS TITULOS SI NO POSTEAS, NO TE DAS CUENTA DE MI ANSIEDAAAAAAADDDDD!!!!
AQUI NO SE PUEDE FUMAR NI TITARSE PEDOS? PERO SI SE PUEDE ÑACA ÑACA? ENTONCES POSTEATE ALGO RETORCIDO JE
ME ENCANTA, SI ES TERRORIFICO MEJORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR JE
LA LEI DE NUEVO QUE BUENIIIIISMA QUE ESTA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
BESOS
ESPECTANTEEEEES
KLAU
Esto está genial, y te comento aquí pero lo leí por orden desde la primera parte. ¡Qué bueno!
Si te apetece y tienes tiempo te dejo un relatito mío por si quieres darme opinión:
http://silviadormias.blogspot.com/2008/03/haba-otros.html
Saludos.
Bueno, bueno, bueno... Monedita y billete de "10"...
Un extraño Dejà vu en tres maléficas fases... Y de nuevo lo mismo: tan reales... No debe ser agradable intuir de un modo tan "extraño" el frío de la muerte en el cogote, sobre todo si no se llegó a sentir nunca antes... La mirada de ese pastor (y su silbido) se me ha quedado grabada. El giro que "cambia el plan establecido"... El inevitable aviso... "Ya está, ya llega, no más vueltas"...
¿Podría haberlo evitado, se le escapó algo, o el destino era implacable?
Parece evidente que fumar mata: definitivo. Si no se me ha ido algún detalle, justo es el primer cigarrillo dentro del coche... Al menos es el único momento en el que le pilla fumando el camión en la curva... Cierra los ojos y ya es tarde. Ya llegó la maniobra imposible...
Quizás su ansia (coprotagonista durante todo el relato) le ciega (literalmente además)... Pero ¿Quién no acabaría haciéndolo?
Te deja reflexionando mucho Manuel... Sólo él lo vio, sólo él lo vivió. Para su novia tuvo un mal día, estaba raro... Lo importante siempre será el accidente y su muerte... Lo demás ¿Fue real o imaginado? Sólo tú estabas allí para saberlo...
No es tanto el final como la situación que vive el protagonista lo que eriza el vello... Perderte en tu propia mente... Sin lugar a dudas de las cosas más ecalofriantes que podemos sufrir... Auténtico terror psicológico, pedazo de corto que se haría con esto...
Enhorabuena Manuel... Lo bueno si breve dos veces bueno, pero hay ganas de más...
No tardes mucho
;)
Un beso!
Ah! Y ahora que leo los otros comentarios... Si, cierto, a la gente no le gusta leer mucho, je... Pero lo de breve no lo decía por ello, que conste... Lo decía porque el relato lo es... En su justa medida de brevedad...
(Dios! Soy fumadora y encima ya lo sabe un tercio de la red por culpa de la fotito... glub!)
Niños, no miréis...
NO SE QUE DECIR COMO NO SE QUE DECIR !!! PEDAZO DE ESCRITOR Y DECIME QUE FEO QUE LINDO POR LO MENOS !! BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
JAJAJAJJJAJJAJ GRACIAS POR PASAR MANUUUUUUUUUUSSSSSSSSSSSSSSS
SOS EXCELENTEEEEEEEEEEEEEEEEE
BESOS
MILES
KLAU ♫♫ ♥♥♥
Te contesto aquí, tu pregunta del comentario en el post anterior, Iván se llama mi hijo, Manuel su padre, ¿te parece poco?.
Esta astenia primaveral y la falta de Internet en casa, me han tenido algo apartada de este mundillo.
Vendré otra vez cuando haya leído tu 3ª parte, estoy en el trabajo y tengo poquito tiempo.
Un abrazo.
Ya he podido entrar a leer la tercera parte, tu personaje está trastornado por el tabaco, si ya decía yo que tanto fumar mata neuronas y alguna cosa más.
Pero bueno, cuando te decidas a darnos un nuevo plato en forma de capitulo, avisaras!!!!!!!..
Un saludo manuel...
Alguien conoce algún director de cine de España? Digo que sea amigo suyo o lo conozca de vista. Podríamos presentarle a Manuel ( y a Iván) Menuda película se hacía con eso, incluso mejor que REC!!!
Klau... hay que ver qué impaciente eres!!!
Silvia... Gracias por tu comentario. Ya sabes que leí tu historia, y me gustó. Un abrazo.
Klau... ¿Soy excelente? Jajaja, lo que hace no conocerse directamente, jajaja.
Irene... por aquí estaremos esperándote, como siempre. Espero que tu Iván y tu Manuel no sean tan bichos como los míos.
Wallace... ya sabes lo que dicen: el tabaco mata.
Anónimo... En primer lugar, me apetecería saber quién eres, aunque si no quieres revelarte, no pasa nada. Sobre el tema de la peli, seamos realistas: con este relato no creo que salga más que un corto, pero bueno, desde aquí hago un llamamiento. SEÑORES DIRECTORES DE POSTÍN, SI QUIEREN ESTROPEAR UN CACHO DE CINTA, NO BUSQUEN MÁS, IVÁN ES SU HOMBRE. Jajaja.
Muy buen relato, con pistas psicològicas que hacian previsible el final pero bien logrado por la
trama,lo ùnico que no me agrado, nadita fuè la frase, hoy me muero, a mi jucio sobrada porque ya el relato en sì lo decìa todo,le quito ese dejo de misterio, pero un detalle cualquiera, y me dejò fasinada la frase "temblaba como un cachorro abandonado" genialmente descriptiva! sabes? te comprarìa sin duda, ainsssssssss hasta me dieron ganas de volver a fumar, si, lo confiezo, en lo mediano que llevo de vida fumè año y medio intensamente y lo dejè hace como 4 de golpe y porrazo,hoy dìa me da asco el simple olor ,pero me dieron ganas de fumar, de verdad que me dieron ganas!
Me quedo con ganas de seguir leyendo màs cosas tuyas, creo que
esperar tu abuela, pon otro, atrapan.Pwero ya no me cuentes el final al final jajajajaajajaja.
Te mando un sonoro beso Manu, de verdad que se agradece la lectura y el que me dejes criticar,
temblaba como un cachorro abandonado... genialllllll !!!!!
sorry, me fuì sin pagar...donde està el sombrero?
aceptas tarjetas? :)
Vaya pedazo de historia. Sobre todo, y además del tema de fondo, el estilo es claro, bien construído, coloquial y nada vulgar.
Mi reverencia, Amaro
Es inquietante, me gusta. Buscaré tu FOBOS, anoté Editorial Plaza Vieja. Me hace ilusión tener un libro escrito por alguien que conozco, aunque sólo sea virtualmente. Lo compraré, seguro.
Un beso.
Más vale tarde que nunca....tras tu grata insistencia....
Me ha encantado, Manolo, mantienes el suspense hasta el final...
este "trocet" es como un aperitivo...te da ganas de pillar el libro entero por banda...
He llegado aquí por recomendación de Sara(lo he visto en su blog), he podido leer los tres relatos de golpe,realmente has atraido mi atención desde el principio, e incluso he mordisqueado alguna uña.
Creo que voy a seguir visitandote.
Encantada de haberme pasado por aquí.
Oh!
Increíble, señor Amaro. Sinceramente, será que he leído muchos libros ya xD pero se veía un poco previsible, aunque realmente se masca la tensión por saber qué iba a pasar al final xD
Y lo de la novia que no le deja fumar me ha traído dejà vus a mí también xD
Voy a por Sal Beinit! :D
Asdi... Sinceramente, señorita Asdi, en ningún momento intenté sorprender con el final. Celebro tu exigencia, eso te dará buen criterio para opinar.
Maria:profe... A mí se me han saltado las lágrimas... juuu ^^ me ha encantado!
Loli: dioss!! amii me a gustadoo muchisiimoo!! estaa super bien... aora nos falta leernos los otros relatos...jajaja
Un besito de parte de las dos....=)
María... ¿se te han saltado las lágrimas? Diooooooos, ¡pero si es un relato casi aterrador! Ayyyy, qué rara eres, jajajaja.
Loli... eso espero, que te los leas todos. Algunos son incluso románticos!!!!
BESOS!!!
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