domingo, 20 de septiembre de 2015

RESEÑAS DE DIOSES Y CORDEROS... Y SUJETO DARWIN, EL CÓMIC

Han pasado 5 meses desde la publicación de "Dioses y corderos", y tengo que reconocer que no me esperaba la acogida tan ensusiasta que el libro está teniendo por parte de los lectores.
En primer lugar, porque hay que distinguir entre vender un libro y conseguir que sea leído. Por lo general, los lectores tenemos un buen montón de ejemplares en lista de espera, de modo que es todo un halago que muchos hayan puesto mi "Dioses y corderos" encima de toda esa pila. Muchos supongo que lo habrán hecho por cortesía, otros por curiosidad... y puede que algunos porque simplemente no podían resistirse a saber en qué oscuro y enfermizo rincón me había escondido durante los dos últimos años, y qué había perpetrado en dicho tiempo.
Por primera vez desde que escribo, puedo enorgullecerme de que TODAS LAS CRÍTICAS que me han llegado hasta el momento (más de medio centenar) han sido magníficas, y de ahí que me haya decidido a hacer esta entrada, puesto que igual dentro de quince días me llega el abuelo cebolleta de turno y me rompe esta estadística abrumadora. 
Por lo general, las críticas han sido boca a boca, por whatsapp o a través de facebook, y ya sabéis que ambos medios hacen difícil que pueda compartirlas con vosotros, así que voy a destacar y compartir las tres que me han llegado a través de blogs.
La primera es, tal vez, la más profesional, puesto que procede de Fco. J. Arcos Serrano, una criatura de la noche experta en todo lo que se relaciona con lo fantástico (ya sea en terreno cinematográfico, de cómic o literario), una enciclopedia andante y un lugar de referencia si quieres conocer cosas que habitualmente no llegan al gran público:


También os dejo otros enlaces a blogs que se han atrevido a leer y disfrutar con mis pesadillas literarias:

Además de esto, estamos de enhorabuena porque se ha editado el álbum con el cómic SUJETO DARWIN, guionizado por mí mismo (basado en el relato homónimo que aparece en Dioses y Corderos) y dibujado a todo color por Miguel Ángel Cáceres.
El cómic es el complemento ideal para el que haya leído el libro y quiera ver una perspectiva algo menos intimista y más brutal de esta peculiar historia Z cuyo origen es una zanja llena de muertos en la que despierta una persona para descubrir que no tiene una salida fácil.


¿Que cómo se consigue? Pronto se encontrará en la tienda Killer Toons, aunque me reservo una pequeña sorpresa (con unidades limitadas) para mis más fieles seguidores y allegados.

martes, 19 de mayo de 2015

PRESENTACIÓN DE "DIOSES Y CORDEROS"

El pasado 16 de abril se presentó mi cuarto libro, "Dioses y corderos", en el salón de actos del IES Jándula de Andújar, en mi tierra, como debía ser, arropado por amigos e incondicionales.

Antes de que comenzara el acto, los asistentes pudieron adquirir el libro mientras se tomaban una copita de cava a mi salud.
 
Pocos minutos antes de comenzar la presentación, los asistentes empezaron a llenar el salón de actos.
El acto fue magistralmente presentado por mi amigo el dibujante Miguel Ángel Cáceres (abajo a la derecha, en la foto), quien habló de literatura fantástica y de terror. Después me tocó el turno a mí, que dediqué mi tiempo a contar generalidades acerca del libro, intentando poner los dientes largos al personal.
Finalmente terminamos con la proyección del cortometraje "Sujeto Darwin", película basada en una de las historias de "Dioses y corderos".

Mención especial para mis amigos, que lucieron así de guapos con sus camisetas promocionales.

 
Aunque esté feo decirlo, el libro se vendió muy bien durante la presentación, y lo mejor de todo, muchos de los que se lo llevaron ya lo han leído... y sus críticas no son precisamente neutras.
Son tan entusiastas que estoy empezando a contagiarme.
Que siga la racha.

martes, 7 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": ABSALÓN

Absalón es el undécimo relato de "Dioses y corderos", y uno de los más largos del libro. 
Tres hombres, Absalón, Marcus y Agudo, recorren las casas abandonadas de una zona en busca de alimentos u otras cosas que puedan servirles para sobrevivir. 
De repente, se ven rodeados por una horda de resucitados que parecen ir en la dirección en la que se encuentra su grupo. Tienen que actuar con celeridad.
Os dejo un fragmento:


—¿Qué piensas hacer? —le preguntó su amigo. Muchas veces habían tratado la posibilidad de que aquello ocurriera, y en todas las conversaciones el desenlace parecía quedarles claro.
—Meterme una bala en la cabeza, por supuesto —escupió, vendándose el brazo con un trozo de tela vieja—. Pero todavía no.
Permanecieron unos segundos más en silencio, escudriñando la arboleda de la que acababan de salir.

No es "Absalón" un simple relato de aventuras Z. Es una de las historias más cohesionadoras y que más información contiene acerca de la trama general del libro, de modo que, querido lector, no lo leas de forma superficial.
Personajes conocidos de antes, localizaciones que nos hemos encontrado en otros momentos, preguntas que quedan resueltas, y todo ello adherezado con un brutal ataque de resucitados.
Esto es Absalón. Puedes leerlo como una historia en sí misma, o como parte de este experimento literario llamado "Dioses y corderos". Nunca se dio tanto en tan sólo 14 páginas.
Que no se te atragante. 
Y espero que a estas alturas ya hayas sido capaz de salir del laberinto.

DE "DIOSES Y CORDEROS": SUJETO DARWIN


Mucho es ya el camino recorrido por este relato pequeño (apenas cuatro páginas) que escribí originalmente pensando en el Killer Toons n.4 especial terror, aunque ya por aquel entonces sabía cómo encajaría en mi proyecto de puzzle literario "Dioses y corderos".
Al relato corto le siguió, de forma casi simultánea, el cortometraje dirigido por el Sur Producciones y protagonizado por Fernando Coronado (en el centro en la foto), y el cómic dibujado por Miguel Ángel Cáceres. La primera adaptación contó con el guión adaptado de Fernando Sánchez (a la derecha en la foto), y con alguna metida de zarpa por mi parte. En la adaptación al cómic, el guión lo firmé yo por completo, y apareció en la revista de culto KillerToons-Exhumed movies en el año 2014. 
Si alguien quiere ver el corto, puede hacerlo pinchando AQUÍ.
De esta forma, puedo presumir de que mi historia de género Z se esté moviendo en tres formatos artísticos diferentes. Si la convertimos en obra de teatro, rizamos el rizo.
En cada de los formatos hay pequeñas variaciones, y particularmente yo le tengo especial debilidad al cómic, mucho más escueto en los diálogos pero con un potencial visual absolutamente imprescindible. Podéis ver algunas imágenes en un post que hice hace unos meses. Pinchad aquí.
¿Y de qué trata esta historia, si es que aún anda por ahí algún despistado que no haya oído hablar de ella?
Un hombre despierta aturdido en el interior de un foso profundo lleno de cadáveres. Sabe que no tardarán mucho en resucitar y ponerlo en peligro, pero no hay escalerilla ni forma de salir de allí.
Os dejo un fragmento:

La escena era desconcertante, aunque en cierto modo familiar. Había visto algo parecido más de una docena de veces, pero nunca desde semejante óptica. Se incorporó, manteniendo el equilibrio encima de un muerto, y contempló con horror aquella fosa común de más de veinte metros de longitud. Intentando recordar cómo diablos había llegado hasta allí, se dijo a sí mismo que no tenía mucho tiempo antes de que aquel lugar se convirtiera en un hervidero de hambrientas criaturas con un único tentempié para repartir.

Cuidadito con este relato, querido lector. Es pequeñito pero tiene pegada. Además, si ya lo habías leído antes, no dejes de releerlo, porque Sujeto Darwin es algo que va mucho más allá de su propia historia, y ya sabes que en este libro los detalles son los salientes de las piezas del puzzle. Todo cuenta. Después de terminar "Dioses y corderos" entenderás muchas más cosas, porque aunque Sujeto Darwin no es el último relato del libro, sí que es el último en la línea temporal rota de la novela.
Ah, se me olvidada. El cómic ya ha sido traducido al inglés y está probando suerte más allá del charco. ¿Quién sabe...?

lunes, 6 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": EL VOYEUR

Siempre me ha parecido muy poética la figura del voyeur.
Una persona incapaz de controlar sus impulsos, una persona en apariencia normal. Alguien como tú y como yo. Alguien capaz de cometer una locura con tal de acceder a la intimidad de otro, pero que jamás lo haría si pudiera pararse a pensar en ello.
¿Por qué arriesgarlo todo por ver por una rendija un pecho desnudo cuando se puede acceder a toda la pornografía del mundo en la red? Por adrenalina. Por sentirse vivo.
Este relato, el décimo de "Dioses y corderos", cuenta la historia de un policía que se siente irremediablemente atraído por la posibilidad de poder fisgar en la habitación de una chica joven que sólo conoce de vista.
Os dejo un breve fragmento:

Una hora después, en cuanto terminé el turno, me fui a la pensión y me tumbé boca arriba, sin poder quitarme de la cabeza las dulces curvas de aquella muchacha que parecía haberme envenenado. En cuanto hubo oscurecido, me di una ducha fría, cené un resto de bocadillo que me había sobrado del mediodía y salí a tomar un poco el aire. La ciudad se mostraba luminosa y radiante, llena de personas que deambulaban de un lado para otro, sonrientes, activas y ajenas a los demás. Me detuve un instante en mitad de la calle, observándolo todo, comprendiendo que mi presencia no era más que una sombra difuminada entre el caos de los garitos y la euforia de las pandillas de jóvenes escandalosos.

 Entonces, alcé la mirada y me estremecí al comprender que me encontraba exactamente frente a la ventana de la chica, y que en ésta la persiana estaba subida y la luz encendida. Me arrinconé en una sombra y esperé a que algo pasara, sintiendo cómo mi pulso se aceleraba cada vez más.

Si alguna vez te has sentido tentado de hacer algo similar, querido lector, si tu pulso se ha acelerado y te has preguntado a ti mismo qué diablos estabas haciendo, puede que entonces tengas algo de voyeur en ti.
Si ese es el caso, ten cuidado porque tu inocente aventura podría escapársete de las manos.

DE "DIOSES Y CORDEROS": DETRÁS DEL MURO

En el quinto relato del libro volvemos a meternos en la niebla de los deleznes de "Tótogu" y "la ciudad silenciosa".
Un hombre despierta emparedado tras el falso muro de una cocina. No recuerda nada.
Por una rendija en la pared observa una habitación solitaria en la que sólo ve el pie de alguien que yace en el suelo.
Os dejo un fragmento:

Estiré un poco la pierna y golpeé algo que, al volcar, emitió un ruido metálico y pesado. Con ambas manos empecé a tantear a mi alrededor, haciéndome una idea del sitio en el que me encontraba: un estrecho y húmedo lugar de un metro de altura, dos de largo y no más de medio metro de ancho.
Estaba emparedado.
 
Para esta historia tuve que investigar acerca de ciertas enfermedades que producían pérdida de memoria a corto plazo, así como la forma de tratarlas. Si tienes claustrofobia, querido lector, seguro que no es éste tu relato, aunque por otro lado no puedes dejar de leerlo, ya que lo que aquí se narra y los personajes que aquí aparecen pueden tener bastante importancia en el desarrollo de la trama global del libro.
Allá tú.

DE "DIOSES Y CORDEROS": EL CERCO

Pasando el ecuador del libro, "el cerco" es una historia narrada con un tono algo más distendido, a modo de postre tras una comida copiosa, en el que el protagonista es un policía del montón al que dan la difícil misión de sacar información al principal sospechoso de ser el autor de las desapariciones de varias chicas en los últimos meses: el psicópata sigiloso.
¿Y por qué le encargan a él semejante misión?
Porque el sospechoso es Juan Cañete, su mejor amigo de toda la vida y ahora también su vecino.
Os dejo un fragmento:


Revisé los nuevos informes que me había proporcionado el señor inspector, sorprendiéndome de que fueran tres los testigos que situaban a mi amigo Juan Cañete en la escena en la que se había visto por última vez a la chica desaparecida dos semanas atrás. El primero era un portero que lo reconoció entrando en el pub Iris, un lugar en el que jamás hubiera pensado que podría entrar alguien tan extraño e introvertido como él. El segundo era un camarero que lo recordaba solo, sentado con una copa en la barra y mirando con atención a cuanta chica pasaba por su lado, algo que tampoco me parecía propio de mi viejo colega de instituto. Por último, una de las amigas de la chica desaparecida afirmaba que habían sido perseguidas durante un trecho por un tipo joven cuya descripción coincidía alarmantemente con la ofrecida tanto por el portero como por el camarero. Después de varias pesquisas e interrogatorios, alguien había facilitado un nombre, convirtiendo al pobre de mi huraño amigo Juan en el principal sospechoso del caso más aterrador y misterioso que jamás se había producido en una ciudad pequeña y aburrida como la nuestra.

¿Será capaz de demostrar nuestro protagonista que su buen amigo es un don nadie incapaz de hacer daño a una mosca?
Eso es algo, querido lector, que tendrás que averiguar leyendo "Dioses y corderos". Y ojo con los personajes secundarios y con los escenarios en los que transcurre esta historia, pues igual nos los encontramos en otras historias.

domingo, 5 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": TICS

El segundo relato del libro trata el poder de la adicción. Y cuando me refiero a adicción voy más allá del consumo de ciertas sustancias. Vuelvo (aunque este relato fue antes) a la idea de que una persona puede ser adicta a cualquier cosa que le haga sentir felicidad y serenidad, adicta a ciertas variaciones de sustancias químicas en su cuerpo.
En este caso, el protagonista es un hombre que sufre una extraña enfermedad que le hace tener infinidad de tics faciales, algo que siempre lo ha tenido acomplejado y que no tiene solución médica.
Un día, de casualidad, descubre que antes de cometer un asesinato sus tics desaparecen, una sensación que dura poco aunque lo suficiente como para engancharse a la sensación de sentirse normal.
Os dejo un fragmento:

Con más sigilo aún que antes, entró en el piso y cerró la puerta echando la cadena de seguridad. En el salón había un televisor encendido con la voz quitada. Lo enfureció aún más pensar que la vieja era capaz de pasarse media tarde viendo la tele sin voz con tal de poder escuchar sus pisadas al bajar las escaleras.
Se asomó al salón, dejando los zapatos en la entrada, y escuchó un canturreo ahogado e intermitente que provenía de uno de los dormitorios. Conocía la distribución del piso, pues era igual que el suyo, de modo que caminó despacio pero con seguridad y se quedó parado bajo el marco de la puerta, viendo cómo la mujer remetía bajo el colchón las sábanas de la cama.
—El demonio ha venido por fin a por ti, vieja —le dijo, dándole un empujón y tirándola boca arriba sobre el colchón.

Tics es la historia de un hombre normal como tú y como yo. Es la historia de nuestro amigo de la infancia, aquel con el que todos se metían. Un detonador con el que muchos tal vez hayamos jugado sin saber que podía estallar.

DE "DIOSES Y CORDEROS": UN CABO SUELTO

Se aprende mucho cuando se está enfermo. A uno le diagnostican cualquier cosa, y en unos meses se hace un experto en la materia. 
Siempre me ha parecido curioso que nuestra personalidad y nuestro comportamiento estén sujetos a la existencia de ciertas sustancias químicas en nuestro cuerpo. El amor no es más que una acumulación de adrenalina, dopamina y norepinefrina en el cuerpo. 
¿Qué pasaría si estas sustancias pudieran ser modificadas de forma consciente?
El protagonista de "un cabo suelto" puede, aunque necesita del roce con los demás para conseguirlo. Se trata de un hombre que intercambia sus niveles químicos, sus excedentes no deseados, con incautos que se cruzan en su camino. De esta manera nunca siente ansiedad, ni cansancio, ni rabia. Nunca envejece, y por ello se cree el mismo Dios.

Os dejo un fragmento:

No me supone ningún problema moral robar pequeños bocados de tiempo y salud a toda esta granja de humanos que deambulan por todas partes. Yo vivo para siempre mientras ellos continúan sus miserables y efímeras vidas, esperando a morir víctimas de un colapso, rezando para que la suerte les permita vivir lo suficiente como para ver que sus cuerpos se degradan y se convierten en inútiles carcasas que apenas pueden soportar el peso de sus pecados.
Los detesto, y a la vez los necesito.
No es mi culpa sentir esta aversión por los que ni siquiera son mis iguales. Vivo de ellos, soy inmortal gracias a ellos, y por eso mismo existe una abismal barrera que poco a poco he comprendido y aceptado.

En este cuarto relato, nuestro protagonista sin nombre se dispone a atar el único cabo suelto en su vida. Se dispone a liberarse para siempre de las ataduras con el género humano para conseguir por fin ser un dios verdadero. 
¿Cuál es ese cabo suelto?
Su padre. La única persona que conoce su secreto.

sábado, 4 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": EL HOMBRE QUE VENCIÓ AL CAOS

No es fácil escribir historias que envuelven paradojas. La paradoja requiere mucha atención, y también es un riesgo de cara a que lo que intentas plasmar quede lo suficientemente claro y el lector no se evada de la lectura.
"El hombre que burló al caos" narra la historia de un hombre que intenta vencer a su propia paradoja. Un joven matemático teórico, un becario investigador, lleva tiempo trabajando en una fórmula capaz de predecir con fiabilidad acontecimientos futuros. 
¿Que creéis que es imposible? Bueno, es tan posible que de hecho ya existen ramas matemáticas que lo hacen, aunque con limitaciones.
Una de estas limitaciones es el caos. Un conjunto de micro-variables tan denso que resulta imposible tenerlo todo en cuenta.
Con esta situación de partida, nuestro protagonista ha conseguido perfeccionar su obra justo en el momento en el que sus jefes han decidido cancelar su investigación. Desesperado, decide ponerla a prueba para demostrar su fiabilidad, y la aplica a sí mismo encontrándose con una situación que no esperaba: esa misma noche la fórmula prevé que se suicidará.
Si se suicida, su fórmula funciona, pero no estará él para disfrutar de la gloria. Si no lo hace, deberá reconocer su fracaso.
¿Muerte y gloria, o vida y fracaso? Os dejo un pequeño párrafo:


Ignorando el hedor a vómito del aseo, Lauren introdujo la mano en su bolsillo y sacó de nuevo la moneda. Se miró al espejo y vio un rostro blancuzco, ojeroso y demacrado, al cual dijo en voz alta que prometía acatar la decisión del azar. Inmediatamente después, lanzó la moneda y la recogió con la diestra y un suspiro ahogado. Sabía que acababa de hacer un examen de ingreso al infierno y tenía dentro de su puño cerrado la posibilidad de ver la nota final.
Podía abrir la mano, simplemente, o dejar que la moneda cayera sobre el dorso de su izquierda. De nuevo tenía ante sí una decisión que no se atrevía a tomar.

Querido lector, cuando leas esta historia, la octava del libro, estarás muy cerca de conocer todos los secretos de "Dioses y corderos". Ya casi habrás terminado tu propio examen de ingreso al infierno...

viernes, 3 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": UNA CONVERSACIÓN TRIVIAL

"Una conversación trivial" es la sexta historia de "Dioses y corderos", y probablemente el hilo que une casi todos los trozos de tela que forman el libro.
Para mí es el mejor relato de los doce, aunque por experiencia sé que mis gustos no suelen coincidir con los de mis lectores.
La génesis de esta historia es bien curiosa. Me encontraba en la puerta de mi instituto, junto a mi amigo Manuel Barbero, viendo un camión con un potente brazo hidráulico. Me paré a reflexionar y le dije que por suerte en el mundo había ingenieros como él, porque si yo me quedara solo en el planeta, no tendría la menor idea de construir ni hacer funcionar una maquinaria como aquella.
Ahí se me encendió la bombillita, y de inmediato escribí esta historia en la que dos grandes pensadores discurren en una cafetería acerca de lo que ocurriría si en el mundo ocurriese una tragedia sin destrucción y desapareciese el 99,9% de la población.
Todo un planteamiento que da para una buena conversación trivial.
Os dejo un trocito, para abrir boca:

—¿Cuánta gente prescindible cree que hay en el mundo?
—Mucha —afirmó con contundencia el señor Ferro.
—¿Podría cuantificarlo? —insistió.
—No me atrevería sin pecar de extremista.
—Vamos, vamos —dijo, el señor Lafiernes—. Sería de una descortesía desmesurada por mi parte si me atreviera a juzgarlo por un cálculo que yo mismo le estoy incitando a realizar.

Esta historia fue galardonada con el 2º premio en el certamen internacional de relato corto Abades, en Córdoba. 
Espero, queridos lectores, que os guste tanto como a mí. Es de los pocos escritos míos que aún disfruto releyendo.
Y tened cuidado con vuestras palabras. Sobre todo, delante de quién las decís.

DE "DIOSES Y CORDEROS": LA CIUDAD SILENCIOSA

El tercer relato de "Dioses y corderos" es el primero que dará alguna pista a los lectores espabilados de la conexión que estos tienen entre sí.
Un hombre que viaja en tren se encuentra cansado y decide aprovechar una parada para bajar unos segundos y tomar el fresco. El tren se pondrá en marcha sin él, y pronto descubrirá que en la estación en la que se han detenido no hay absolutamente nadie.
Os dejo un minúsculo fragmento:


Con un fuerte ruido a globo desinflado, el tren se detuvo y él apretó el botón rojo para abrir la puerta que daba al exterior. Cuando iba a descender los escalones, una mano lo agarró del brazo, deteniéndolo y obligándole a mirar hacia atrás.
—No bajes —le dijo un hombre delgado y mal afeitado—. El aire está viciado ahí fuera.

De nuevo se trata de un relato duro, con un único protagonista en una situación extrema.
Una historia que no dará tregua. Una historia en la que cada página te revelará, querido lector, un horror aún más grande que el anterior.

jueves, 2 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": XHANA NEGRA

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de tratar el tema de la brujería en una de mis historias. En este caso, y para no romper demasiado la estética intimista del libro, la historia vuelve a ser contada desde un punto de vista solitario y extremo. La protagonista es una xhana, una suerte de bruja con la capacidad de contactar con seres del más allá.
Pero existe una malformación entre las xhanas, y de mucho en mucho nace una bruja con sus habilidades alteradas, capaz sólo de atraer a los espíritus malignos. 
Una xhana negra.
"Xhana negra" es la historia que finaliza el libro y con la que, creo y espero, se consigue cerrar en buena parte el círculo roto de "Dioses y corderos".
Una historia para dejar un buen sabor de boca en general, pero una historia cruda, angustiosa y opresiva. Un relato de los de mal rollo. Puede que el de más mal rollo de todo el libro, y parte de la culpa tal vez sea por haber incluido en la historia esa vieja leyenda que tanto nos aterrorizaba de pequeños: el espíritu de Verónica con sus tijeras. En otras culturas, bloody Mary.
Os dejo un fragmento de este cuento de terror:

Con pausada ceremonia, mezclaron en el cuenco las sustancias cremosas que contenían los frascos y el mechón de cabello recién cortado. Entonces se pincharon un dedo con el alfiler del broche que llevaba una de ellas enganchada en la blusa negra y dejaron que varias gotas de sangre tiñeran el ungüento. Volvieron a remover con la espátula y alargaron el alfiler a la chica para que ella misma añadiera algo de su propia sangre para acabar la mezcla.
Cuando así lo hubo hecho, las dos hermanas sonrieron satisfechas por primera vez. Ambas introdujeron dos dedos dentro del cuenco y se embadurnaron frente, mejillas y nuca con el contenido.
—Por esta sangre rubrico que por esta sangre ninguna criatura del otro lado podrá hacerse tangible en el plano físico —recitó una.
—Por esta sangre rubrico que por esta sangre ninguna criatura del otro lado podrá hacerse tangible en el plano físico —su hermana repitió las palabras.


Espero que sepáis disfrutar del amargor. Puede valer la pena... como comer chocolate negro. 
Eso sí, queridos lectores, leed "Xhana negra" con mucha atención. No lo hagáis con los ojos entrecerrados, como cuando se ve una película de terror. Son muchos los pequeños detalles que os aportarán información de otros relatos que ya creíais que no darían más de sí.

miércoles, 1 de abril de 2015

DE "DIOSES Y CORDEROS": TÓTOGU

El punto de partida de "Dioses y corderos" es Tótogu, un relato difícil de encuadrar en la línea temporal rota del libro.
Por primera vez se presentarán varios elementos que van a ser habituales en muchos momentos de la novela: una niebla inquietante, una extrañas criaturas voraces que habitan en la niebla, un entorno en el que no parece quedar mucha gente...
Escribí esta historia para el Killer Toons 2.0 #2 (con ilustraciones de mi inseparable Miguel A. Cáceres), convirtiéndose en el primer relato que aparecía en esta revista de cómics, y en la primera de mis colaboraciones para Killer Toons. Una vez hecho, y como ya me hubiera pasado otras tantas veces, la historia parecía seguir viva, y de ahí que me surgiera la idea de seguir escribiendo relatos haciendo uso de pequeñas pinceladas de terror impresionista que finalmente pudieran dibujar un bello lienzo.
Tótogu está protagonizado por una mujer que lucha por su vida e intenta encontrar una salida al laberinto en el que se encuentra inmersa. Después de pelear contra la locura y la fiebre, deambula durante días por un pasillo oscuro que desemboca en una puerta tras la cual halla una habitación extraña en la que la espera un hombre de color.
Os dejo un pequeño fragmento:

—¿Qué hay tras esa puerta?—preguntó Tótogu. El negro siguió la dirección de su dedo y asintió con la cabeza.

—Un jardín con niebla —respondió.

—¿Y más allá del jardín?

—No lo sé, no he salido de aquí. Sólo he abierto la puerta y he visto la niebla. —Hizo una pausa y luego añadió—: también he escuchado los crujidos.

—Deleznes —murmuró ella.

Si después de terminar este relato te quedan preguntas en el aire, como por qué esa niebla, qué son los deleznes, o quién es Tótogu, tendrás que llegar hasta el final de "Dioses y Corderos", querido lector.

sábado, 28 de marzo de 2015

¿TE ATREVES CON "DIOSES Y CORDEROS"?

Después de mucho trabajo en la sombra, ya casi tenemos con nosotros "Dioses y corderos", mi cuarto libro.
Es un libro atípico (aunque no he inventado nada nuevo, por supuesto), ya que está formado por 12 historias independientes que poco a poco van dibujando un mismo universo fantástico, una historia global enlazada.
La portada es un magnífico trabajo del ilustrador y artista zaragozano David Vela, de quien podéis apreciar su trabajo pinchando aquí.
El libro será publicado por Saco de Huesos ediciones, una editorial dedicada exclusivamente al género de terror que se está haciendo un hueco interesante en el panorama nacional gracias al mimo que le ponen a las pocas publicaciones anuales en las que se embarcan. Y es que, como ellos mismos afirman, tienen un público minoritario pero muy fiel al que no quieren defraudar.
Una de las mejores noticias que me han dado desde la editorial es que los pedidos online a través de su web NO TIENEN GASTOS DE ENVÍO para España, así que, amigos, el que quiera pedir el libro no va a tener muchas excusas.
En próximos posts hablaré de cada una de las historias, pero no quiero terminar sin justificar que mi libro haya tenido cabida en una editorial especializada en terror. Y es que alguien me preguntó hace poco si se trataba de una novela de miedo, a lo que respondí que infundir miedo hoy en día consistía en asustar con imágenes inquietantes y efectos sonoros, algo que no se puede conseguir en formato papel.
Un libro en el que transitan asesinos, psicópatas, brujas, resucitados y criaturas de dientes afilados se puede considerar un libro de terror. Pero tranquilos, que como ya he dicho antes, conseguir infundir miedo con un libro no era ni la idea ni lo que se ha conseguido.
Mis personajes, a pesar de sus habilidades que los hacen sentirse dioses, son muy humanos. Muy corderos.
Por ello, es un libro para pensar y reflexionar. Un libro en el que no podéis obviar ni el más mínimo detalle porque tal vez os encontréis con que el personaje secundario de una historia, aquel cuyos actos apenas importan, puede estar actuando de forma muy determinante para el relato que luego protagonizará.
Ni siquiera lo he puesto fácil con la linealidad temporal. No existe un orden cronólogico, convirtiendo al libro en un puzzle que el lector tendrá que formar siempre tras acabar de leer la última línea.
Así pues, tengo que decirte, querido lector, ¿te atreves con "Dioses y corderos"? ¿Te atreves a leerte un libro que te dará los bocados casi masticados pero tal vez te produzca una digestión pesada?