A pesar de que no soy muy dado a lucimientos y exhibiciones, si me piden que vaya a un colegio para hablar con unos niños que de nada te conocen pero que te esperan como si fueras Hannah Montana, Bob Esponja y Gormiti juntos, yo voy sin pensármelo dos veces.
Allí me veis a mí, hablando con un buen puñado de niños de entre 7 y 12 años, sin poder comentar mucho de mi libro porque no me parece aún lectura para ellos, e intentando mantener el tipo ante la avalancha de preguntas que me empieza a llover.
Y no son preguntas cualesquiera.
No.
Son niños de 7 a 12 años, sin duda alguna la especie más impredecible del planeta.
Transcribo las dos preguntas estrella:
Un niño levanta la mano. Lo señalo con el dedo y, todo serio, dispara:
-¿Sabe usted en qué año murió Rafael Alberti?
Yo pongo cara de vinagreta, no esperaba jugar hoy al trivial. Después cambio vinagreta por sonrisa. Miro a los maestros y no se ponen de acuerdo. Cosas del directo. Finalmente le decimos que lo buscaremos y se lo diremos en un rato.
Pd: Ahora sé que murió en el 99.
Otro niño pequeñín levanta la mano, le doy el turno de voz y dice:
-¿Se sabe usted alguna canción?
Más cara de vinagreta por mi parte. Me sé muchas, pero temo que me pregunte cuál, o lo que es peor, temo que me pida que la cante.
-Ahora mismo no recuerdo ninguna -miento.
No me mira con decepción. Al contrario, sonríe, casi como si esperara esa respuesta. Me lleva una amplia delantera dialéctica el muy bribón.
-Pues yo me sé una -afirma-. ¿Quiere que se la cante?
No tienen desperdicio los pequeñines. Te lo hacen pasar un poco mal, pero en el fondo es una actividad que te aporta mucho.
Hoy me han dicho que, después de marcharme yo, los niños avasallaron a la maestra, queriendo escribir.
Vale la pena.
Repetiría sin dudarlo.
Y más ahora, que conozco la biografía de Alberti y me he aprendido una canción.
Estoy preparado.
Allí me veis a mí, hablando con un buen puñado de niños de entre 7 y 12 años, sin poder comentar mucho de mi libro porque no me parece aún lectura para ellos, e intentando mantener el tipo ante la avalancha de preguntas que me empieza a llover.
Y no son preguntas cualesquiera.
No.
Son niños de 7 a 12 años, sin duda alguna la especie más impredecible del planeta.
Transcribo las dos preguntas estrella:
Un niño levanta la mano. Lo señalo con el dedo y, todo serio, dispara:
-¿Sabe usted en qué año murió Rafael Alberti?
Yo pongo cara de vinagreta, no esperaba jugar hoy al trivial. Después cambio vinagreta por sonrisa. Miro a los maestros y no se ponen de acuerdo. Cosas del directo. Finalmente le decimos que lo buscaremos y se lo diremos en un rato.
Pd: Ahora sé que murió en el 99.
Otro niño pequeñín levanta la mano, le doy el turno de voz y dice:
-¿Se sabe usted alguna canción?
Más cara de vinagreta por mi parte. Me sé muchas, pero temo que me pregunte cuál, o lo que es peor, temo que me pida que la cante.
-Ahora mismo no recuerdo ninguna -miento.
No me mira con decepción. Al contrario, sonríe, casi como si esperara esa respuesta. Me lleva una amplia delantera dialéctica el muy bribón.
-Pues yo me sé una -afirma-. ¿Quiere que se la cante?
No tienen desperdicio los pequeñines. Te lo hacen pasar un poco mal, pero en el fondo es una actividad que te aporta mucho.
Hoy me han dicho que, después de marcharme yo, los niños avasallaron a la maestra, queriendo escribir.
Vale la pena.
Repetiría sin dudarlo.
Y más ahora, que conozco la biografía de Alberti y me he aprendido una canción.
Estoy preparado.
8 comentarios:
jajaja =D como me hubiera gustado verlo en esa situacion XD
lo de la pregunta de Alberti, seguramente el niño estaría haciendo los deberes y como hasta 5º no hay ordenadores...jaja
seguro q a los niños les gusta fobos cuando sus madres lo dejen leerlo (la portada seguro q asusta a más de una jaja)
Mi hija mayor cuando tenía unos 6 años fueron a visitar al alcalde y conocer el ayuntamiento, entre las propuestos que le hicieron fue que pusiera un semáforo porque no tenemos ninguno. Imagina la cara del alcalde.
Envidio a los educadores que se pasan el día con los peques de primaria o infantil, todos los días aprenden algo nuevo.
Alea: Eso de que hasta 5º no hay ordenadores ¿?¿?¿? pero si hasta los de primero de primaria tienen ya su propio blog donde les ponen los deberes y las plantillas para aprender a escribir, por lo menos eso en los CP de mi pueblo
Besos
Tiene que ser muy gratificante quedar en el recuerdo de alguien desde que es pequeño, estoy convencida de que más de un niño de esos recordarán la charla durante muuuuchos años...aunque sin duda la recordarían durante siglos si hubieras cantado cualquier canción!!! Seguro que la que se ha liado con la meteorología se debe a la canción que dices que te acabas de aprender...deja de ensayarla!!! ;)
Entrañable historia. ¡¡Feliz Navidad!!
Pero qué gracia tienes, bribón.
Haberles cantado un villancico: pero mira cómo beben los peces en el ríoooo.
Estoy segura de que fué una experiencia formidable.
Un beso y Feliz Navidad
Sí, sí, Alberti, pero... ¿Cuál es el apellido de soltera de la madre de Lorca? ¿Eh?
:)
Felices fiestas señor Amaro :D
jajajaja, los niños son la verdadera realidad...bienvenido!
hace días una nena de sexto año me preguntó:...sabes poner un condón?...me atragantó sber que así de avanzados están en educación sexual,a esa edad yo aún jugaba con muñecas...
buen post Manu
Jajajajajaja
Desde luego, esto es la vida misma en su faceta más alegre. Seguro que todos aprendísteis uy disfrutasteis uana barbaridad... si hasta yo he disfrutado y aprendiddo y solo he sido un espectador en diferido...
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