lunes, 28 de diciembre de 2009

Origen de los inocentes

Curiosa la culturilla popular.
Al rey Herodes alguien le dijo que un niño nacido en Belén sería rey, y por ello decidió acabar con todos los menores de dos años que trincara en la ciudad.
Allá por el siglo IV la iglesia decidió conmemorar todos los años semejante suceso.
Maravillosa idea.
Si conmemoramos cada una de las matanzas injustas cometidas a lo largo de la historia, posiblemente no habría días no conmemorados en el calendario. Casi diría que no habría horas no conmemoradas. Puede que incluso minutos no conmemorados.
En la Edad Media, el vulgo -muy dado a eso de conventir en jolgorio cuanta celebración litúrgica se le presente- pronto tomó por costumbre elegir un "obispo de los inocentes" entre los niños, un cargo que duraba casi todo el mes de diciembre, desde el día 6 hasta el día 28 (día de los inocentes).
La iglesia se opuso a esta costumbre y la persiguió, pero en vez de extinguirse ésta se propagó por Europa y llegó a España, lugar en el que la gente se agarra a una fiesta como un bebé de teta a su madre.
Y la costumbre arraigó, como no.
Ya podía venir Torquemada y los siete jinetes del apocalipsis, que la fiesta es la fiesta. Por mucho que le pese a la iglesia, las romerías son para comer y beber, y los inocentes para gastar bromas.
Os dejo, que tengo que dejar un par de "regalitos" por ahí.
Pd: Mucho cuidado si tu amigo es argentino. Si les prestas algo en el día de los inocentes, tienen derecho a quedárselo.

2 comentarios:

Sara Royo dijo...

Muy interesante tu post.
Un besico.

irene dijo...

Una penita, pero nadie se acuerda ya de esos pobres niños.
Cada vez es más difícil dar una inocentada, ese día nos levantamos todos con la mosca detrás de la oreja, ya no quedan inocentes.
Besos.