lunes, 20 de septiembre de 2010

Relatos de Fobos: "No sabemos nuestros nombres"

Inspirado por una vieja historia que me había contado mi madre, llevaba un tiempo queriendo escribir un relato enmarcado en la posguerra civil española. Siempre me había fascinado pensar en los duros viajes que realizaban los proscritos del régimen, los condenados a muerte que se veían obligados a huir a pie con destino a Francia, recorriendo centenares de kilómetros y viajando de noche para esconderse de día.
Mi historia va al revés. El protagonista decide exiliarse, pero su propia cobardía lo lleva a emprender un viaje hacia el sur, a la sierra, en busca de una guerrilla que aún cree que la contienda no debe darse por perdida.
Tal vez no sea mi mejor relato, pero le tengo especial apego por el trabajo que me dio. Necesité leerme varios libros para no meter demasiado la pata y me llevó casi un mes cuadrar la historia a mi gusto, pero al final mi madre lo leyó, y supe que valió la pena al verla enjugarse los ojos.
Y no, no es una historia lacrimógena. Simplemente, el marco le trajo muchos recuerdos.
Por supuesto, y aunque parezca que es mi relato más realista, al final salta la liebre.
Es lo malo de ir siempre con chistera y camiseta negra.

6 comentarios:

Mery dijo...

Puedo imaginar el trabajo de recopilación de datos que te ha llevado esta trama.
A ver si me hago con ello a no mucho tardar.
Un beso y enhorabuena. El orgullo de una madre merece todo esto y mucho mas

Manuel Amaro dijo...

Mery... ¿que todavía no tienes mi "Fobos"? Dios mío, ¿y de qué hablas cuando te reúnes con la gente?
Ni qué decir tiene que tampoco tendrás mi "León González, santo".
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

irene dijo...

Si a tu madre le ha emocionado, seguro que será un bonito relato, aunque sean tristes los relatos de guerra.
Besos, Manuel.

Por cierto, no has puesto el resultado del acertijo, ¿no?, ¡qué pesadita me pongo!

Manuel Amaro dijo...

Irene... no, no lo he puesto. Pero te lo he dejado en los comentarios de tu blog. El resto de curiosos que se abstengan de ir.

Patricia Cruzat Rojas dijo...

Uf!!!Yo admiro al que es capaz de escribir un libro...sin repetir ni equivocarse...sin duda escribir es un don y que te lean y se emocionen una bendición no?

Besos abrazos y cariños por todo este tiempo

Manuel Amaro dijo...

Patricia... me alegra saber de ti otra vez!!!