Os dejo unos gráficos indicativos de lo que ha pasado en nuestro país durante el último año. En el primero, se muestra la evolución en la tasa de paro, además de que esa "desaceleración en la destrucción de empleo" de la que tanto hablaba el Gobierno para crispación nuestra, ha resultado ser una mentira más de nuestros ministros.
Por otro lado, la deuda pública, expresada en porcentaje del PIB. Se puede apreciar una escalada que no parece tener cota, y cuyo aumento no nos puede llevar a nada más que a una pérdida paulatina de soberanía.
No creo que haga falta dar muchas explicaciones. La política de austeridad llevada a cabo por el Gobierno nos arrastra ineludiblemente a un pozo del que no vamos a salir en décadas, y mientras tanto nuestros dos principales grupos políticos se cuelgan medallitas por los escasos méritos y acusan al rival por los incontables deméritos. Rajoy afirma que todo esto es consecuencia de la mala gestión de Zapatero, mientras que Rubalcaba concluye que Rajoy nos lleva al abismo.
Ya existen estudios económicos que desmontan todas las políticas de austeridad como las únicas válidas para salir de situaciones de crisis. Era de sentido común, joder. Hay que no confundir ahorro con austeridad. El ahorro implica no malgastar. Hubiera bastado con eso: no malgastar. OPTIMIZAR.
Pero esto es lo que tenemos, y lo que presumiblemente tendremos durante mucho tiempo. Y es que la telaraña está tejida, y los que podemos romperla, los ciudadanos, no tenemos las tijeras necesarias para hacerlo. En realidad sí las tenemos, pero no sabemos usarlas. Nos falta intelecto. Nos falta formación. Nos falta educación. Me remito a lo sucedido esta semana en Islandia, donde han castigado al partido que está en el poder, el que ha gestionado erróneamente la crisis, el que ha asfixiado con recortes a los ciudadanos (nuestro PP), con un 25% de los votos cuando obtuvieron más del 50% en las últimas elecciones.
¿Y qué tiene esto de malo?
Nada, copón. Si esto lo veo cojonudo. Lo que veo patético/penoso/desesperante es que hayan alzado de nuevo al poder a los partidos rivales, aquellos que llevaron el país a la ruina (lo que en nuestro caso sería el PSOE).
Esto es lo que hay: alternancia, corrupción y enchufismo por parte del poder y borreguismo y pérdida de memoria por parte del ciudadano. Necesitaremos algo más para salir de esto. En primer lugar que nuestros ilegítimos mandatarios (sí, moralmente ilegítimos porque han incumplido todas sus promesas electorales y han mentido continuamente en sus pretensiones y predicciones) convoquen elecciones. En segundo lugar, el pueblo necesita ser un tsunami que barra toda la podredumbre que se aferra al poder, y que entre savia fresca que lo hará mejor o peor, pero que al menos nos garantizarán durante un tiempo que sus decisiones no estarán siendo manipuladas por intereses internos ni presiones de empresas aliadas tanto españolas como extranjeras.
Queda dicho.
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