miércoles, 18 de octubre de 2017

Reseña de El latido de Olimpia, por Soraya Murillo

Por Soraya Murillo
Estamos ante un libro de fantasía donde la historia comienza en el prólogo, así­ que si sois de saltaros los prólogos, aquí nada de eso. Hay que leerlo porque si no, no entenderéis el origen del maravilloso mundo en el que vais a entrar. De uno de los personajes del corto nacerá la novela que vais a leer, lo que ocurrirá en ese prólogo romperá el equilibrio que hasta ahora había en Olimpia. ¿Qué puedo deciros de este pequeño trozo que vais a leer? Nos creemos muy fuertes, totalmente intocables, pero en el fondo nos pueden nuestras debilidades humanas.
En los primeros capí­tulos igual os cuesta arrancar, ya que el autor nos debe de situar en ese mundo y enseñarnos los personajes principales, pero una vez lleguemos ahí­, ¡bienvenidos al mundo de Olimpia!
Mientras la luz del atardecer se colaba por los amplios ventanales del palacio de Bredablims, el semidios Balder XI recibe a un heraldo que le trae la peor noticia que podí­a recibir: una soñadora ha despertado y su cuerpo ha sido expulsado de la catedral. Alethea, la soñadora, despertará en Olimpia, aunque pronto viajará de vuelta a Midgard, nuestro mundo, para ellos su tierra prometida. Allí­ conocerá a Araziel y juntos deberán regresar a Olimpia para recomponer el equilibro quebrantado. Y aquí­ comenzará la verdadera historia, sentaos cómodos porque hay todo un mundo de fantasía que os espera: la Ciudad de las Mentiras, donde el viento trae susurros que enloquece a sus habitantes. Buscareis más allá de las tierras yermas, donde se guardan los sueños olvidaos y subiréis a la barca de Caronte para llegar a la puerta del horizonte. Tendréis compañeros de diversas razas e índoles como un gigante jotun, un semidios, un visionario, sacerdotes que leen la mente, sabios, caballeros blancos, demonios, habitantes del pueblo gris… y tantos otros. Sabréis de increí­bles leyendas olvidadas en el tiempo, guardianes Esfinge que os pondrán a prueba con acertijos imposibles, cruzaréis puentes con un misterio por resolver…
Sí­, todo eso mucho más. Porque viviréis la historia, está escrita para vivirla. Recordad que ya os comente de este escritor por su libro Dioses y Corderos, haced memoria. Os dije que no era un escritor normal, le gusta que sus lectores piensen. En Olimpia lo deja todo atado, muy atado, pero deberéis ser lectores pacientes pues esta historia que creó para vosotros tiene muchos giros, muchas cosas inesperadas. Aunque es un mundo fantástico, es muy fácil ponerse en su piel, sus acciones son como las nuestras. La novela está viva, y eso la hace difí­cil de describir. Poco a poco notaréis cómo va evolucionando, cómo los objetivos mutan, las circunstancias cambian, las prioridades son otras, los malos no serán tan malos ni los buenos tan buenos… y es que al final odiamos si nos enseñan a odiar. Un mundo de fantasía o un mundo humano de fantasía, creo que ambas expresiones valdrían. Escrito de forma perfecta, buscando palabras poco usadas, sin caer en la pedanterí­a, sino con una prosa cuidada y con un vocabulario rico, nada repetitivo. Lo primero que pensé mientras lo leí­a es que me encontraba ante un libro muy, muy inteligente. Leedlo, seguid su estilo, sus formas de narración, esa sensación de quedar atrapado en la historia según avanzas con los protagonistas, es algo que desearía haceros sentir con palabras. Manuel Amaro es un autor que sabe jugar con los lectores y no hay duda de ello cuando logró hacerme soñar, me emocionó (e incluso sufrí) con los giros de la historia y supo hacerme vivir como si no fuera un lector y sí­ alguien dentro de su historia.
En este libro se fusionan prácticamente todas las mitologías, aunque predominará la nórdica. Pero también encontraréis nombres de diosas griegas, referencias al folclore azteca y vasco, demonios sacados de la tradición china y como no, magos inspirados en los druidas celtas. Algunos personajes están sacados de la Mitología Clásica, tal cual. ¿Acaso no os suenan los nombres de las Esfinges, o de Caronte? Hasta se permitió el lujo de añadir un pequeño guiño a La divina comedia que os reto a buscar. En definitiva, un gran, gran libro de fantasía, escrito rozando la perfección. Un mundo en que os sentiréis identificados, donde sus vidas, sus miserias, sus luchas, son tan parecidas a las nuestras que bien podrí­a ser esa nuestra tierra prometida y debamos ir en busca de esa puerta que separa ambos mundos.
Lo dije en su anterior libro­, Dioses y Corderos, y no puedo más que repetirme y escribir: maravilloso libro, maravilloso libro, maravilloso libro.

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