Aquí va la la tercera parte de... esto.
-Una insignificancia –comentó con desdén-. Nosotros se la ofrecemos toda. Imagínese: mujeres, fortuna ilimitada, sus mayores sueños, sus mayores perversiones, todo hecho realidad –expiró sobre la mesa una espesa bocanada de humo que de repente empezó a tomar formas y siluetas.
-No le creo –en aquel momento una chica explosiva me ofrecía desde el humo sus encantos más ocultos.
-Cómprenos la suerte y creerá.
-¿Y cuál es el precio?
-Pedimos mucho pero no podemos decírselo en este momento.
-No voy a comprar algo cuyo coste desconozco –la chica explosiva había dejado paso a una niña de no más de once años, desnuda en una cama, llorando y suplicando. Me había vuelto a excitar, tanto que no pude evitar tocarme por debajo de la mesa.
-Por supuesto, pero nuestra política de ventas es rigurosa: no se puede hablar del precio. Se cobra y ya está. Nosotros le enseñaremos la técnica para que tome una muestra, sólo una, y usted valorará el producto. Nunca más volverá a verme. Si la utiliza una segunda vez consideraremos que acaba de adquirir el producto, y en algún momento mi compañera aquí presente acudirá a usted para cobrar. Podrá usar la suerte tantas veces como quiera, siempre que cumpla los tres requisitos.
El humo se desvaneció cuando, sin poder controlarme, mi respiración ya empezaba a ser evidentemente agitada.
-Pruebe usted, es gratis –el hombre sonrió dando aspecto de auténtico vendedor. Me llevé la mano a la cara simulando rascarme la nariz, aunque en realidad me encantaba el olor de mi propio cuerpo.
-Está bien. ¿Qué debo hacer? Hábleme de esos tres requisitos.
-Escuche con atención. En primer lugar, necesitará usted vestir completamente de gris: esto le identifica como uno de nosotros. En segundo lugar, usted llevará consigo un talismán, que no será más que una acompañante femenina. Por último, la suerte sólo llega en fechas concretas de las que no podemos contarle demasiado, así que necesitará averiguarlo por sí mismo mediante pequeños cálculos y paciencia. Estos días son conocidos como días elegidos o días de ofrenda. Tenga cuidado porque si en alguno de estos días incumple alguna de las dos primeras condiciones, la suerte se pondrá totalmente en su contra.
-Hábleme de esas fechas –le pedí, un tanto impaciente.
-Por supuesto. Hoy es día 18 de junio de 2004. Tendrá una oportunidad para probar el próximo día 24, y después ya no tendrá más oportunidades hasta el 6 de junio del 2013, dentro de nueve años. Usted realice sus propios cálculos y averigüe la pauta que siguen los días elegidos. Aproveche para probar el producto.
La pareja de gris se incorporó y sin esperar a que les acompañara tomaron la salida. Aunque estuve más de media hora mirando por la ventana, no pude verlos salir del bloque, y me pregunté si no habrían entrado en casa de cualquier otro vecino.
Y entonces comencé a pensar. Sin estar convencido de nada, pensé que poco sería lo que perdería por probar, de modo que me preparé para el día 24. Compré todos los décimos que pude de un mismo número y jugué a la primitiva. Pasé toda la tarde de tiendas, buscando ropa gris. Lo más difícil fue encontrar una chica. Últimamente me había hecho muy popular en la zona, y una injusta fama de putero y maltratador se había visto molestamente extendida. Tras vanos intentos con antiguas amantes, tuve que recurrir a un prostíbulo y pagar una fortuna por llevarme todo el día a la más fea y barata del local. Pero al fin estaba todo preparado, de modo que me senté y esperé.
-¿Te la chupo, morito guapo? –me dijo la puta con una mano ya metida en la bragueta.
-Antes me la corto. Ve al mueble-bar, échate una copa y estate quietecita sin que se te oiga. Si hubiera querido follar no habría traído a una sudaca gorda y asquerosa como tú.
La chica me miró con odio aunque hizo lo que le ordené. Pensé que si no ganaba sería por el mal fario que me había echado, y no tendría más remedio que darle hostias hasta que se le quitaran las ganas de mirar mal a la gente.
Pero gané. Mi cupón salió ganador y además fui el único acertante de la primitiva. No podía creer lo que me estaba sucediendo, aquello no podía ser casualidad. Era millonario gracias a no tenía claro qué pacto con el diablo.
(sus mayores perversiones, todo hecho realidad)
Recordé las palabras del hombre de gris y entonces comencé a gestar un siniestro plan para cumplir mi más oculta fantasía. Podría tener la seguridad de hacerlo y salir impune del acto. La suerte estaría de mi lado. Pero mi macabro plan tendría que esperar nueve años, hasta el próximo día de ofrenda. Mientras tanto, decidí disfrutar de mi nuevo status y, ¿por qué no?, follarme a aquella puta gorda. Por algo me encontraba de un humor excelente.
(continuará...)
Este trozo es algo más grande. Espero acallar así las protestas. Aparte de mí, ¿alguien más odia al Sr. Beinit?
6 comentarios:
YA LLEGO YA LLEGO LA PU...YA LLEGOOO NO QUIERO MIRAR..NO QUIEROOOOO
BESOS
QUE HIJADEPUTEZ QUE ES ESTOOOOO
KLAU
NOOOOOOOOOOOOOOOOOO YO PENSE QUE
SE TERMINABAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
LO ODIOOOOOOOOOOO TODO VESTIDO DE GRIS EL PEOR COLOR DE TODA LA INMENSA GAMA DE HERMOSOS COLORES PERO ES LO UNICO QUE SE MERECE SER GRIIIIIIIIISSSSSS !!!!!!!!!
AMAROOOOOOOOOOOOOOOOOOO
PONE LA OTRA PARTEEEEEEEEEE BICHO !!!
JAJAJAJAJAJ
MAGISTRAL !!!!
BESOS
ANSIOLITICOS PARA MI PARA MI PARA MIIIIIIIII
KLAU
AMAROOOOOOOOOOOO, ME TIENES EN ASCUASSSSSSSSSS
PUBLICA LA CUARTA YAAAAAAAAAAAA
hoy sin peros,son las cuatro, regreso a las 9, quiero YA!!!!!
la cuarta ;)
...dije sin peros...oiste? :)
gracias!
kds 4 b te qu m ;)
Estos vendedores se parecen un poco a ti, con lo de los acertijos de los requisitos.
No tiene desperdicio el Beinit este, encima xenófogo y maltratador.
Espero que llegue pronto el 2013 para ver hundido a semejante tipejo.
Un abrazo.
Me encanta este tipo, yo no sé por qué le odias tanto. Como se cargará a la muchacha?, le cortará la yugular mientras la ve sangrando poco a poco o tendrá algo más macabro preparado? Uisssssss, voy a por el siguiente. (por cierto, me niego a averiguar lo de las fechas, mira que eres eh????)
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