Normalmente me gusta adaptar un poco los acertijos para que suenen un poco más actuales o familiares, pero éste (del gran Henry E. Dudeney) lo transcribiré tal cual para no perderle la gracia:
Me cuentan que ocurrió en un día festivo:
varios ciclistas salieron a pasear con aire altivo.
Reposando al mediodía en un antiguo mesón,
con un festín decidieron hacer gran celebración.
"Pon todo en una cuenta -dijeron al tabernero-,
que por partes iguales todos te pagaremos."
A la mesa fue llevada la cuenta sin dilación:
sumó ochenta peniques ese día la adición.
Mas, ay, cuando todos a pagar se disponían,
notaron que dos de ellos con sigilo se escurrían.
Aconteció, pues, que en aquel día funesto
dos peniques de más abonó cada hombre honesto.
Sin duda los canallas tuvieron su merecido,
más, ¿cuántos eran todos antes de haber partido?
¡Ánimo, que éste se puede intentar por la cuenta de la vieja! Lo catalogo como "muy fácil".