Este es Num, el kirah. Los kirah, tribu que veneran la naturaleza y en particular los árboles, sufren una maldición en virtud de la cual son poseídos por pequeños demonios incorpóreos al alcanzar la madurez. Educados para lograr dominar dicha posesión, lo habitual es conseguirlo, aunque a veces son los demonios los que vencen para convertir al kirah en una bestia salvaje e irracional a la que se debe encontrar y batir.
Num es especial. No consiguió dominar a su demonio poseedor, pero éste tampoco pudo con él. Por temor a que lo busquen y le den caza, nadie sabe su secreto, ni las extrañas habilidades adquiridas merced a su demonio. Es esta simbiosis la que hace que Num sea un personaje huraño, solitario e impredecible.
La estupenda ilustración es de Concha Gómez, a quien agradezco una vez más la paciencia que demuestra leyendo de forma tan espaciada mis escritos, y el interés que pone ilustrándolos.
La estupenda ilustración es de Concha Gómez, a quien agradezco una vez más la paciencia que demuestra leyendo de forma tan espaciada mis escritos, y el interés que pone ilustrándolos.