Empecemos con esta entretenida entrevista a Luciano Alonso, Consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, y creo que por ello mi jefe supremo.
El señor Alonso justifica los recortes en Educación con argumentos que no se cree ni él (ese tartamudeo al hablar, esa mirada perdida, esa cabeza agachada...). Incide en que mantienen el programa de gratuidad de libros, suavizan la política estatal de becas y que la ratio profesor-alumnos no ha subido.
Lo de los libros gratis para todos (independientemente de la renta) es un anacronismo de los tiempos del despilfarro, al igual que lo fueron los dichosos ordenadores que se regalaron a los niños de primaria. ¿Quién hizo caja con esto? ¿Quién se benefició de estos contratos? Lo denuncié hace años y por fin ese programa ha desaparecido, pero yo me sigo preguntando, ¿por qué no se ha cortado ninguna cabeza por ello? ¿Por qué ni siquiera se ha reconocido que el programa fue una mierda absoluta y un despilfarro brutal?
Sobre la ratio, ya me gustaría a mí que mostrara esas cifras a las que se ha referido en el vídeo, porque la realidad que todos contemplamos es que cada vez somos menos profesores en los centros educativos. La realidad es que cada año se jubilan compañeros pero la tasa de reposición ha bajado hasta el 10% (un asunto estatal), algo que se compensaría con la llegada de personal interino que no llega. La realidad es que si un profesor enferma, no lo sustituyen hasta pasados quince días, dejando a los alumnos sin clase y dejando claro que esa calidad educativa por la que tanto han pagado y sobornado no les importaba un carajo.
Ofrece el señor Alonso unos datos absurdos e irrelevantes, como lo son los hechos de que tengamos inmigrantes, alumnos con enfermedades de larga duración (¿ha dicho 40.000?) y alumnos rurales. ¿Es que acaso sólo los andaluces tenemos inmigrantes? ¿Es que acaso en otras comunidades no hay zonas rurales? ¿Son un mal endémico nuestro o qué?
Deje de justificar lo injustificable, señor Alonso. Lo que aquí pasa es que la Junta de Andalucía ha despilfarrado durante más de una década con ordenadores, pantallas digitales (invento caro del demonio donde los haya), mobiliario que ha sustituido a mobiliario en buen estado, programas de calidad inútiles que han llenado los bolsillos de muchos, sindicatos a los que se ha pagado por realizar cursos de formación sin sentido, agencias de evaluación con presupuestos millonarios y otras mariscadas que se habrán ustedes pegado a costa de nuestro sistema educativo.
Y ahora que han visto el agujero (un agujero que siempre ha estado ahí, pero que esperaban llenar con fondos del Estado que ya no llegan), tienen que recortar. Ellos meten la pata pero todos arrimamos el hombro para salir del barro: esta es la esencia de la turbia democracia que han construido.
Los docentes andaluces seremos los únicos en toda España que verán prácticamente eliminadas sus dos próximas pagas extra (¿eso no lo comenta usted, señor Alonso?). Nosotros cargaremos en nuestros hombros la pesada cruz de acero que según este caballero no han forjado ellos solos, sino que se trata de una herencia de la dictadura.
...y no nos quejemos, que es poco democrático, ¿eh?