sábado, 20 de junio de 2009

Promociones cutres


Ha llegado hoy a casa una invitación para que mis padres asistan a una de estas charlas promocionales en las que te comen el coco para venderte cualquier porquería que cuesta 30 euros en los bazares y se vende a 3000 euritos de nada, eso sí, pagados a cómodos plazos.
Ceban diciendo que darán un regalito si acude el matrimonio al completo, te dicen que la promoción es exclusivísima, que no puedes llevar a vecinos ni otros amigos (te aislan para que no puedas pensar, vamos).
Y lo mejor de todo lo dejan para el final. Transcribo literalmente de la carta (lo del paréntesis también figura en la carta):

IMPORTANTE:
CADA PAREJA QUE NOS ENSEÑE 100 € (sólo enseñarlos sin dejarlos en prenda) RECIBIRÁ UN REGALO SORPRESA QUE NO OLVIDARÁ.

Jajajjajajajajajaja.
Lo que hay que leer.
Enséñame el billetito, que verás qué pronto te lo quito.
Ay, mundo absurdo el nuestro.

viernes, 19 de junio de 2009

Solución al acertijo 28

Es un tanto mareante este problema, tengo que reconocerlo.
Lo más normal es querer quedarse con la puerta elegida inicialmente, lo cual sería una mala estrategia. Me explico:
Inicialmente eliges una puerta, luego tu probabilidad inicial es del 33,3% de acertar. El hecho de que el presentador abra una puerta no afecta a tu probabilidad, pero sí que afecta a la probabilidad de la otra puerta, la que queda por abrir, que habrá aglutinado las probabilidades del caso contrario al tuyo. Dicho de otro modo, la otra puerta, para sorpresa de todos, tendrá una probabilidad del 66,6% de éxito.
Pondré un ejemplo un poco más bestia.
Vuelvo a ser presentador del concurso, y esta vez hay mil puertas. Una de ellas lleva premio, y las otras 999 no.
Tú eliges una, por ejemplo, la puerta número cuatro, y yo te ofrezco la posibilidad de cambiar tu puerta número cuatro por TODAS las mías. Una puerta a cambio de 999 puertas. Cambiarías, ¿verdad?
En vez de ofrecerte esto, lo que hago es abrir las 998 puertas que sepa que no tienen premio, y entonces, una vez que queden sólo tu puerta número 4 y la mía (la 543), te ofrezco cambio.
¿Cambiarías o no? ¡Es lo mismo que cambiar una por todas!
Si no lo hacéis, es que sois un poco duros de mollera.
Y bobos, que todo habría que decirlo.
Un abrazo a todos. Si jugáis a esto, veréis que ganáis dos de cada tres veces usando la estrategia del cambio.

lunes, 8 de junio de 2009

28 de acertijos

Hoy he empezando a contar la probabilidad en clase (con el claro objetivo siempre de quitar las ganas de jugar a cualquier cosa que suponga apostar), y les he planteado a los alumnos el conocido problema de las tres puertas, con el que me gusta explicar lo que se nos puede nublar el raciocinio ante situaciones un tanto complejas.

El juego es el siguiente:
Soy el presentador de un conocidísimo concurso de televisión en el cual tú, queridísimo lector, eres el concursante que ha llegado al panel final.
Te ofrezco tres puertas, numeradas con los números 1, 2 y 3. Te digo que detrás de una de ellas hay un coche y un ejemplar de Fobos, y detrás de las otras dos no hay nada.
Tú eliges una puerta, la que quieras, por ejemplo la número 1, y acto seguido yo (que sé dónde está el coche) abro la puerta número 3 y te muestro que allí no estaba el coche.
En resumen, te quedan dos puertas, y te ofrezco algo que seguramente te descoloca:
-¿Quieres cambiar de puerta, o prefieres seguir con la que habías elegido?

Tú decides. Hagas los que hagas, necesito una justificación razonable.
Un libro y un coche están en juego.

Ah, y por una vez, revelaré la solución en la próxima entrada. Creo que este juego merece la pena.