Es más poderosa la incultura ajena, para aquel que ostenta el poder, que el dinero. Somete con dinero y sólo conseguirás servidumbre. Somete anulando a la persona y conseguirás sumisión absoluta.
Si ahora mismo hiciera una encuesta a mil personas al azar y les pidiera que completaran la frase del título, estoy seguro de que un alto (altísimo) porcentaje escupiría una ordinariez con rima consonante. Otro porcentaje más pequeño cumpliría el trámite con cualquier cosa, y muy poquitos se darían cuenta de que es parte de una escena mítica de "la princesa prometida":
"Hola, soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate para morir".
Tampoco es tan grave no saberlo... uno no va por ahí memorizando frases de películas. Pero sí que me sirve esto para ilustrar lo que la falta de cultura (o el exceso de ésta por parte de otros) puede provocar.
En primer lugar, claro está que no reconocieron el guiño a la peli. Faltaría más, como bien he dicho, no todos saben de todo. Pero aquí viene la parte en la que el que lee sólo entiende el fragmento del mensaje que le sale de los huevos. Analicemos:
"Soy Iñigo Montoya"--> Hasta aquí nada. Una presentación. Me mosqueo un poco por ese nombre sacado de cártel de Medellín, pero poca cosa.
"Tú mataste a mi padre" --> La cosa se pone seria, pero no me doy por aludido, ya que no recuerdo haberme cargado al padre de nadie en los últimos años. Ganas he tenido, pero el pensamiento no cuenta.
"Prepárate para morir" --> Así sacada de contexto asusta, pero entiéndase como una consecuencia de haber matado al papa. Ergo si no he sido yo el del padre... ¿por qué darme por aludido?
Pues sí, se lio la gorda. Después de que el tío les llamara paletos y les explicara que se trataba de una frase célebre y él era más manso que las vacas holandesas, una azafata no se quedó del todo conforme y le pidió al pobre hombre que se despojara de la camiseta, que llevándola puesta seguía creando desconfianza entre el pasaje. Y es que lo que asusta, señores, no es la gente. ¡Es la ropa!. Qué me van a decir a mí, que tengo todas las camisetas negras.
Es esta falta de capacidad analítica, esta falta de perspectiva, la que aprovechan otros para asestarnos estocadas casi mortales. La incompetencia de muchos es aprovechada por unos pocos para someternos a todos. Tal y como vi hace poco en la pancarta de una manifestación, "Ahora no te quejes del PP o del Psoe: a votar va uno leído". Y lamentablemente los que van leídos son una minoría que perecen ahogados por completo por esta marea de incompetencia manipulable. Así que sí, coño, me importa lo que todos sepan. Quiero que todos sepan. Cuanto más, mejor.
Hablando hoy mismo en una guardia con cuatro alumnos (/as) con pocas ganas de estudiar, ante la pregunta "pero shiquillo/a, ¿qué vas a hacer en el futuro si sigues así?", las respuestas, lejos de resultarme divertidas, me han llenado de pesadumbre y desesperanza:
A) Yo me saldré el año que viene del instituto, y luego a vivir de mi padre. (¿Y qué pasará cuando tu padre no esté?) Entonces me quedaré con su herencia. (¿Y cuando la acabes?) No se acaba, vendo el coche y ya está. (No creo que lo del coche te dure para siempre...). Sí que me dura, que es un BMW.
B) Yo me voy con mi novio a vivir, que por mí me iría ya. (¿Y no piensas trabajar?) ¿Yoooooo? Para eso está mi novio. (¿Y si tu novio no trabaja, o bien si no te quiere mantener?) Sí que me mantiene, y si no, pues me busco otro, jajaja. ¡Será por hombres!
C) Yo me casaré y tendré seis hijos. (¿Y no vas a trabajar?) Yo no, que trabaje mi marido. (Bueno... seis hijos te van a dar mucho trabajo. Sólo para bañarlos vas a echar media tarde). ¡Sí hombre, yo los voy a bañar! ¡Que se bañen ellos solos!
D) Yo me voy a levantar todos los días a las 12, voy a comer, me voy a echar una siesta, y luego me iré de fiesta con los amigos. Así todos los días. (¿Y cuando tus padres no te den pelas para costearte las fiestas?) Pues las robo, jajaja, es broma. Pues me pongo a trabajar de albañil. (¿Tú eres consciente de que estamos en mitad de una crisis provocada por el ladrillo?) ¿Qué? (Que ahora no hay trabajo para albañiles). Es igual, para mí seguro que sí hay. Y si no, me hago mi propia casa y así tengo trabajo.
Para reflexionar. No hablamos de niños pequeños, todavía maleables. Hablamos de criaturas con casi 16 años que en dos años tendrán derecho a voto, votos que nos volverán a arrastrar a todos a un nuevo período de oscuridad.
¿Cómo luchar ante semejantes molinos, disponiendo únicamente de una minúscula lanza de madera en forma de blog que llega sólo a cuatro personas que son, precisamente, las que no necesitan de estas palabras?