Llevo todo el día de parrandeo.
Para empezar, una visita al Salón Internacional del Cómic de Granada, y a todo lo bueno que por allí se guisa. Si habéis estado en una exposición de cómics, ya sabéis de qué va, y si no, pues os diré que por allí pululan gentes de toda guisa, bastante sanotes en su mayoría, y caracterizados precisamente por estar caracterizados. Así intentando recordar, he visto al malo de scream, a naruto mil veces, ángeles, colegialas mangas, bárbaros, caballeros jedi, personajes de final fantasy y otros individuos del reino animal como los de la foto.
Para empezar, una visita al Salón Internacional del Cómic de Granada, y a todo lo bueno que por allí se guisa. Si habéis estado en una exposición de cómics, ya sabéis de qué va, y si no, pues os diré que por allí pululan gentes de toda guisa, bastante sanotes en su mayoría, y caracterizados precisamente por estar caracterizados. Así intentando recordar, he visto al malo de scream, a naruto mil veces, ángeles, colegialas mangas, bárbaros, caballeros jedi, personajes de final fantasy y otros individuos del reino animal como los de la foto.
En una de las zonas del salón permitían probar un montón de juegos de última generación, y por allí me he colado yo, cual quinceañero peleón. Con 32 añitos recién cumplidos he descubierto cómo se juega al "guitar hero", y tras ver cómo juegan los demás, también he descubierto que yo debo de tener cierto tipo de atrofia en los dedos. ¿Será suficiente para pedir una pensión por invalidez? Me temo que no.
Al salir del salón del cómic, hemos ido a ver unas obras de Rodin que han llevado a Granada. Sí, ya lo sé, parece imposible, pero es cierto. Han llegado directamente desde el museo Rodin de París. Habrá que empezar a reconocerle a Pedro que tal vez Dios sí exista, aunque sólo sea a escala de grises.
Al salir del salón del cómic, hemos ido a ver unas obras de Rodin que han llevado a Granada. Sí, ya lo sé, parece imposible, pero es cierto. Han llegado directamente desde el museo Rodin de París. Habrá que empezar a reconocerle a Pedro que tal vez Dios sí exista, aunque sólo sea a escala de grises.
Supongo que poco tendré que decir de la contemplación de esta maravilla de escultura: El Pensador. Como más de uno estará pensando que soy un fantasma y he sacado la foto de Google, ahí os dejo otra para poner los dientes largos: