"Prometo, prometo, hasta que te la meto. Y cuando te la he metido, retirado queda lo prometido".
Así actúa nuestra clase política. Como un chulo de veinticinco años que se quiere ligar a una niñata de catorce. Ni que decir tiene que la niñata de catorce somos nosotros, los que votamos, los que creemos, los títeres necesarios para que la función pueda representarse.
Es absolutamente increíble la inmunidad de nuestros dirigentes, amparados por unas leyes que blindan de cualquier responsabilidad todas sus licencias, todos sus deslices, todas sus mentiras. Si a un ciudadano lo seducen con una promesa electoral, y esa promesa no se cumple, ¿por qué hemos de seguir amarrados a algo que no es lo que en su día se quiso? ¿Por qué no pueden rodar las cabezas, como ocurriría en cualquier otro entorno/empresa/lugar? Si contrato una línea de teléfono que me promete 10 mb reales, y al mes descubro que no paso de 1 mb, mando a la compañía a la puñetera mierda y me quedo tan tranquilo.
Nos tienen comidos el seso. Nos faltan al respeto y creemos que los castigamos pasándonos al rival, que también nos falta al respeto obligándonos a volver al punto de partida (una vez pasados ocho años, suficientes para que el tiempo haya actuado como bálsamo de nuestro enfado original).
Y ahí estamos, atrapados en una alternancia política que ha creado una nueva clase social encubierta, una puerta que muchos ven de acceso de la clase media a la clase alta.
Exijo desde ya responsabilidades penales a nuestra clase política. Si algo se hace mal, no lo hace un partido: lo hace una persona. Si un decreto es injusto y perjudica a mucha gente, el error no ha de ser achacable al Ministerio de turno, ni a la Consejería tal, sino a la persona que ha firmado esa ley.
Os dejo dos vídeos del 2010, muestra clara de la falta de coherencia que existe en el discurso de nuestros líderes, y prueba inequívoca de que seguimos dando palos de ciego. Saldremos o no de esta crisis, pero no será porque las ideas estén claras.
En este primero, Rajoy rechaza tajantemente una medida que ayer mismo se aprobó:
En este primero, Rajoy rechaza tajantemente una medida que ayer mismo se aprobó:
En este segundo vídeo, Soraya es poseída por algún sindicalista o en su defecto miembro del partido socialista.
Propongo una nueva medida de recorte de gasto para la Moncloa: no compréis papel higiénico y limpiaros el culo con las páginas de nuestra pobre y mancillada Constitución, que para qué nos sirve una vez que os la habéis cargado. En su primer artículo dice "la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del estado". La Merkel, los rusos y los chinos se descojonan con esto.