Ya he manifestado antes mi asco público y notorio a la tele. Aún así, tengo que reconocer que cambio de canal unas 800 veces al día, casi siempre mientras como, con la inútil pretensión de encontrar algo que me enganche. Zapeando por ahí me encontré con un programa de sobremesa en el que simulaban un juicio (formato nada original, dicho sea de paso) en el que presentaban a la demandante como una profesora de matemáticas (suficiente como para llamarme la atención) a la que habían echado de un colegio privado.
No sé si los que van son actores o no.
No lo voy a cuestionar.
Lo que sí voy a cuestionar son los hechos en sí. El programa en sí. El supuesto juez en sí. La actitud del público invitado en sí.
El programa se puede ver en la página de telecinco, pero en esencia resumiré que a la profesora la habían expulsado porque un alumno le había robado el móvil del bolso y había difundido a placer un video guarrillo que la pobre mujer había protagonizado en privado con su marido (ni siquiera su amante, ni la personalidad importante de turno).
La mujer demandaba o bien que la readmitieran, o bien que la indemnizaran con 18000 euros, una disyuntiva que creo lógica y razonable.
Por otro lado, en defensa del colegio (no sé si lo he dicho, pero era privado y ultraconservador..., no diré más) alegaba el propio director que había sido expulsada por motivos éticos y porque la actitud de la profesora era indigna de un centro como aquel.
Uf.
Para mí, una de estas cosas que claman al cielo. Pensé, iluso de mí, que el juez se iba a comer al director y le iba a ordenar, como mínimo, que se quitara los cilicios, que ya no estaban de moda.
El juez se fue a meditar (que creo que en vez de eso fue a cambiar de cadena, de aburrido que era todo), y mientras volvía y no, el público empezó a discutir con toda suerte de borreguismo opinando burradas como que la profesora tenía que pagar por sus actos pecaminosos.
Tras diez largos y tediosos minutos de subnormalitos retrógrados opinando (por suerte, algunos no eran tan subnormalitos y opinaban decentemente, condenando al autor de la fechoría), sale el señor juez en plan serio, con cara de "no voy a derramar sangre porque no tengo un hacha a mano" y, para mi sorpresa, lanza un joyita como esta:
-No se puede quedar impune un acto como el del alumno que ha robado, pues en el artículo bla bla bla queda específicado que bla bla bla delito bla bla bla pena. Por ello, impongo al colegio la siguiente sanción: O castiga severamente al autor de los hechos, al niño que ha robado el móvil y difundido las imágenes, o indemniza a la profesora con 18000 euros. El colegio elegirá la sanción.
¡UNA DISYUNTIVA!
¡QUÉ MIERDA DE SENTIDO TIENE AQUÍ UNA DISYUNTIVA!
Es como si el director de mi colegio me echa porque le caigo mal. Acto y seguido lo denuncio y el juez decreta que o bien me readmiten por despido improcedente, o bien castigan al director a sufrir 40 golpes con un látigo de siete colas. Que elijan. ¿Para qué me sirve a mí que le den golpes si yo me quedo en la calle?
O yo estoy mal o la sentencia debería haber sido con un "Y". "Castiga al niño y paga a esta pobre mujer porque la habéis echado por hacer cosas normalitas en su casa con su marido. Que ella muera o no de vergüenza por saber que todos la han visto en bolas es ya su problema.
En serio, no tengo la más remota idea de si los que van a estos programas son actores o si las situaciones son reales, pero independientemente de todo, sea o no verdad, no nos pueden vender basura de este tipo ni sentencias carentes de toda lógica. No es un buen ejemplo para nadie.
Lo mejor de todo fue la cara de sádico del director, mientras decía al juez: ¡la tenía que haber visto usted en ese video, las cosas que hacía!
¿Seguro que no hiciste nada mientras veías las imágenes, picarón?
¡Ay, moral de bolsillo ésta que gastan los españolitos!
Voy a tener que poner un acertijo, que marean menos que todas estas negatividades.
No sé si los que van son actores o no.
No lo voy a cuestionar.
Lo que sí voy a cuestionar son los hechos en sí. El programa en sí. El supuesto juez en sí. La actitud del público invitado en sí.
El programa se puede ver en la página de telecinco, pero en esencia resumiré que a la profesora la habían expulsado porque un alumno le había robado el móvil del bolso y había difundido a placer un video guarrillo que la pobre mujer había protagonizado en privado con su marido (ni siquiera su amante, ni la personalidad importante de turno).
La mujer demandaba o bien que la readmitieran, o bien que la indemnizaran con 18000 euros, una disyuntiva que creo lógica y razonable.
Por otro lado, en defensa del colegio (no sé si lo he dicho, pero era privado y ultraconservador..., no diré más) alegaba el propio director que había sido expulsada por motivos éticos y porque la actitud de la profesora era indigna de un centro como aquel.
Uf.
Para mí, una de estas cosas que claman al cielo. Pensé, iluso de mí, que el juez se iba a comer al director y le iba a ordenar, como mínimo, que se quitara los cilicios, que ya no estaban de moda.
El juez se fue a meditar (que creo que en vez de eso fue a cambiar de cadena, de aburrido que era todo), y mientras volvía y no, el público empezó a discutir con toda suerte de borreguismo opinando burradas como que la profesora tenía que pagar por sus actos pecaminosos.
Tras diez largos y tediosos minutos de subnormalitos retrógrados opinando (por suerte, algunos no eran tan subnormalitos y opinaban decentemente, condenando al autor de la fechoría), sale el señor juez en plan serio, con cara de "no voy a derramar sangre porque no tengo un hacha a mano" y, para mi sorpresa, lanza un joyita como esta:
-No se puede quedar impune un acto como el del alumno que ha robado, pues en el artículo bla bla bla queda específicado que bla bla bla delito bla bla bla pena. Por ello, impongo al colegio la siguiente sanción: O castiga severamente al autor de los hechos, al niño que ha robado el móvil y difundido las imágenes, o indemniza a la profesora con 18000 euros. El colegio elegirá la sanción.
¡UNA DISYUNTIVA!
¡QUÉ MIERDA DE SENTIDO TIENE AQUÍ UNA DISYUNTIVA!
Es como si el director de mi colegio me echa porque le caigo mal. Acto y seguido lo denuncio y el juez decreta que o bien me readmiten por despido improcedente, o bien castigan al director a sufrir 40 golpes con un látigo de siete colas. Que elijan. ¿Para qué me sirve a mí que le den golpes si yo me quedo en la calle?
O yo estoy mal o la sentencia debería haber sido con un "Y". "Castiga al niño y paga a esta pobre mujer porque la habéis echado por hacer cosas normalitas en su casa con su marido. Que ella muera o no de vergüenza por saber que todos la han visto en bolas es ya su problema.
En serio, no tengo la más remota idea de si los que van a estos programas son actores o si las situaciones son reales, pero independientemente de todo, sea o no verdad, no nos pueden vender basura de este tipo ni sentencias carentes de toda lógica. No es un buen ejemplo para nadie.
Lo mejor de todo fue la cara de sádico del director, mientras decía al juez: ¡la tenía que haber visto usted en ese video, las cosas que hacía!
¿Seguro que no hiciste nada mientras veías las imágenes, picarón?
¡Ay, moral de bolsillo ésta que gastan los españolitos!
Voy a tener que poner un acertijo, que marean menos que todas estas negatividades.