La ley D'hondt, conocida desde el s.XIX y aplicada en nuestro sistema electoral, es un sistema de cálculo de escaños que favorece a los partidos grandes y perjudica notablemente a los partidos minoritarios que intentan hacerse un hueco en el panorama político nacional.
El problema estriba en el cálculo de escaños por circunscripciones en vez de a nivel nacional, algo que consigue que muchos de los votos conseguidos por partidos pequeños no sirvan absolutamente para nada.
En vez de explicar más o menos cómo se aplica esta regla, lo intentaré ilustrar con un ejemplo:
Supongamos que por Jaén se eligieran 4 diputados, y tras el recuento sólo hay tres partidos que consiguen más del 3% de los votos (con menos del 3% no entran ni en juego). La ley D'hondt consiste en dividir el número de votos de cada partido entre 1, 2, 3 y 4 (si fueran 8 diputados, dividiríamos hasta 8).
Imaginemos que estos partidos, a los que llamaré LGS, ELDO y FOB, obtienen, respectivamente, 70000, 60000 y 29000 votos. Al dividir estas cantidades por 1, 2, 3 y 4 se obtienen las siguientes cifras:
LGS: 70000, 35000, 23333, 17500
ELDO: 60000, 30000, 20000, 15000
FOB: 29000, 14500, 9666, 7250
Las cuatro mayores cantidades se llevarán un escaño, o sea, que LGS obtiene dos, y ELDO obtiene otros dos, quedándose el partido FOB sin nada a pesar de sus considerables 29000 votos obtenidos.
De esta forma, los partidos grandes siguen siendo grandes, y para los partidos pequeños supone una heroicidad acercarse siquiera a ellos, ya que el modelo de circunscripciones hace que sean muchas las provincias con pocos escaños a repartir.
A propósito, el voto en blanco en cierta forma puede favorecer aún más a los partidos grandes. No es que se le dé al partido ganador, como he oído decir a mucha gente, pero al computar más votos, a los partidos minoritarios les cuesta más trabajo llegar a ese 3% que se les exige para no ser excluidos.
Con este panorama, cualquier mínimo acercamiento a la cúpula supone una victoria más que sonada.
De todas formas, y tal y como aporta el amigo Lunes en los comentarios, para la formación de grupos parlamentarios (muy importante en el funcionamiento de las Cortes) la circunscripción es nacional y se exige un 5% de los votos. Y para eso también cuentan los votos de las provincias donde no se han obtenido diputados. Así que esos 29.000 votos pueden no dar diputado, pero sí dar un grupo parlamentario.
De modo que cada voto SÍ importa, por mucho que los partidos mayoritarios siempre hagan referencia al voto útil.
Habrá que creer mañana en David. Nosotros somos los encargados de apuntar con su honda.