martes, 20 de octubre de 2009

Deformación profesional - 31 de Acertijos


Ayer escuché un dato estadístico. Para no hacer muchas referencias al caso en cuestión, me inventaré los supuestos.
Tenemos un grupo de personas, pero no sabemos exactamente cuántas hay. Lo único que se puede saber es que dicho número está entre un mínimo de 20 y un máximo de 80.
En ese grupo estudiamos una característica, por ejemplo preguntamos cuántos tienen internet en casa, obteniéndose un porcentaje del 97,98 % que sí lo tienen.
¿Puede ser cierto el dato o alguien ha hecho mal algún cálculo? ¿Por qué? ¿Cuánta gente hay en el grupo y cuántos tienen internet?
¡Ojo, que el que ha hecho los cálculos podría haber redondeado!
Esto está basado en algo real. Si me decís que éste es conocido me quito del blog.

viernes, 16 de octubre de 2009

30 de Acertijos

Conozco este acertijo desde hace por lo menos trescientos años (lo cual da pistas de mi edad y hace que me sonroje), y aunque siempre ha sido de mis favoritos, creo que no lo he puesto nunca precisamente por eso, porque he creído que era demasiado conocido. Pero el otro día se lo puse a unos amigos y vi que no lo sabían, así que pensé que tal vez fuese un acertijo de moda en 1709 y decidí que era el momento. Ahí va:


Una espía llamada María A. quiere entrar en una fortaleza, pero sabe que en ésta hay dos guardias cachas llamados Jose A. y Manuel A. que dan un santo y deben recibir su correspondiente seña antes de dejar que nadie entre. El espía decide apostarse tras unos matorrales y estudiar el santo y seña de distintos mercaderes que llegan a la fortaleza. De primeras llega una tal Sara S. y, los guardias le dicen:
-¡14!
A lo que Sara S. responde: - ¡7!
Y la dejan pasar.
Al rato llega un tal Dani A. y los guardias le dicen:

-¡8!
A lo que Dani A., todo cabeza, les responde: ¡4! ... ¡y lo dejan pasar!
Finalmente llega un tipo llamado Félix A. y pide la contraseña. Los guardias dicen:

-¡18!
Y él, no menos cabeza que Dani A., responde: ¡9! ... y lo dejan entrar.

Total, que nuestra espía María A. decide entrar, pues cree tener la contraseña, y se acerca a la puerta. Uno de los guardias, el que se hace llamar Jose A., se ha ido a cagar, de modo que sólo está Manuel A., que empieza a tirarle los tejos con escaso éxito. Finalmente, el guardia le dice:

-¡20!
A lo que María A. responde: ¡10!
Y, sintiéndolo mucho, Manuel A. (a quien cada vez le quedan menos pelos de tonto) descubre que la espía es una espía, así que la apresa y la somete a todo tipo de vejaciones.

Pregunta: ¿por qué? (No pregunto por qué la somete a vejaciones, que eso sé que es porque la soledad es muy mala cuando se está todo el día de guardia. Pregunto por qué sabe que es una espía)

¿Cuál era la verdadera contraseña que tenía que haber dado?


Ea, es fácil y espero que os guste. Si lo sabíais de antes, no se lo destripeis a los demás.
Un abrazo!!!!

jueves, 8 de octubre de 2009

¿Para qué sirve la televisión?

Sólo una pequeña reflexión.
Llevo unas semanas con el tdt, dándole vueltecitas por las noches a los 25 canales sin quedarme en ninguno porque todo lo que echan es pura mierda.
Después de dos vueltas completas decido leer (si antes estaba escribiendo), o ponerme a escribir (si antes estaba leyendo).
Ya no sé si es que la tele es un rollo o si es que yo soy gilipollas.
Mmmmmm.
Mala disyuntiva.
Que yo soy gili es un hecho notorio y harto demostrado.
Segundo intento: ya no sé si es que la tele es un rollo o si es que yo soy un gilipollas inconformista.
En fin, que yo me entiendo.
Me abuuuuuurroooooooooooooo.
Pd: ¿Cuántos programas de españoles en el mundo, andaluces en el mundo, callejeros, vidas anónimas y demás existen?
Pd2: ¿Y para eso tengo yo una tele nueva, enorme y reluciente? Si lo sé me compro la nintendo.