miércoles, 18 de octubre de 2017

Reseña conjunta de Leon González (santo y anticristo)

León González Santo, León González Anticristo.
León González Santo, huye de su hogar para no afrontar un curioso accidente que le provocó a su tío el día en que murió su madre. Buscando una nueva vida, vivirá unas aventuras en las que llegará a la conclusión de que más vale tonto de nacimiento que tonto por fumar maría.
Conocerá a un ciego, unos mafiosos, fumadores de porros tocones, resucitará a un vagabundo, intentará convertir sal en coca, rescatará (o eso cree él) a una chica en una mansión donde le dará un uso inapropiado a un flamequín…
Así que preparaos para disfrutar y reír. Yo llegué a esta novela después de leer su otra parte, León González Anticristo, aunque la segunda no es en si una continuación , vale. ¿Entonces qué es diréis? Pues una diferencia de tiempo: cuando un escritor aprende a escribir y saca un trabajo mejor y más elaborado. Cuando no usa la siguiente historia para repetirse y sí, en cambio, para enriquecerla. Igual, seguís sin entenderme, vale, pondré un ejemplo práctico: León González Santo, es como la primera vez que tuve sexo y León González Anticristo, es unas semanas más tarde cuando yo ya sabía hacer de todo. ¿Entendéis? Pues tal cual, una mejora tremenda, un escritor que aprendió y de una primera idea sacó luego una muy buena novela.
Risas, muchas risas, buenos diálogos, buenas ocurrencias. Y si no es fácil hacer pasar miedo en una novela de miedo, tampoco es sencillo hacer reír y descojonarse en algunos tramos de la historia. Para todo se necesita talento.
Manuel Amaro, me dejó muy buen sabor con León González Anticristo, tanto que me tomé la molestia de buscar el otro libro y leerlo, y no me he arrepentido, porque me lo volví a pasar muy bien, y porque vi lo mucho que había mejorado con el que le siguió. Os recomiendo estas lecturas, pocas veces os vais a reír igual.

Felicidades, Manuel, por esto que dejaste.

Reseña de Dioses y Corderos

Por Soraya Murillo
Cuando terminé de leer este libro, me encontré con la duda de cómo comentarlo. No era, y eso lo supe con unas pocas páginas leídas, un libro  común.  Después de mucho pensar, decidí buscar la solución más sencilla: comenzar con unas simples y claras preguntas.
¿Cuánto hace que no leéis un libro para reflexionar, para interactuar con  lo que en él hay escrito? ¿Os  consideráis  lectores inteligentes o sois lectores pasivos? Si eres un lector al que le gusta todo mascado,  que simplemente busca leer sin más, esperando el fin del libro,  Manuel Amaro no es esa clase de autor, él no se dedica a eso. Con estas historias, tuvo muy claro lo que quería dejar en mano del lector, trabajo para  que sus mentes interactuaran con la obra y terminasen de construir lo que puede ser uno de los mejores libros que he leído.
Vale, si esto está muy bien ¿Pero de qué va este libro?  Pues en realidad, al contrario de lo que pudiera parecer, yo diría que no son historias cortas al uso. Sus relatos van de personajes  que viven un terror propio, un infierno en cierto modo personal y reconocible. Un terror interior que cada uno de nosotros llevamos dentro de forma inherente, aunque oculto bajo la superficie.  No, no son  relatos cortos aunque parezca que sí lo son.  Los relatos cortos  los lees, te cuentan una anécdota, tienen un final donde se resuelve la trama y vas a otro, punto. Pero aquí no. Ya os advertí que su autor quiere jugar con nosotros, quiere que penséis.  Por lo tanto, cuando terminéis de leer uno, solo será un paso más para saber la totalidad de la historia, ya que los siguientes relatos y no por orden precisamente, irán revelando  la verdad.
 ¿Os parece complicado? Bah, no lo es en absoluto. Solo debéis ir leyendo, seguir las pistas y montar el puzle ahí creado. Ir juntando piezas, y la grandísima historia que se dejó escrita llegará hasta vuestra mente por sí misma y la entenderéis.
 Doce historias, donde podréis encontrar Gusanos amorfos que llegaron con la extraña niebla, unos bichos aterradores  que hacen enloquecedores crujidos mientras se arrastran.  Un chico con tics faciales, que solo se calman cuando… Una ciudad silenciosa, un tren que lleva dentro unos peculiares pasajeros, una historia  donde la muerte no es el fin. Un hombre Dios que al tocarte te pasa su sufrimiento.  ¿Qué sentirías si despertaras dentro de un muro emparedado  y no supieras que haces ahí metido? 
Descansemos un poco y hablemos  de los personajes.   Esos personajes que se aferran a la vida como sea. Prestadles atención y observadlos con tranquilidad, sin prisa, ya que algunos de ellos pueden parecer pueriles y sin peso, en una historia no parecen tener importancia, pero para nuestra sorpresa, en otra serán la clave de todo.  En cuanto a estilo, una narración sencilla, directa, nada recargada y con la que iremos entendiendo y enlazando tramas,  porque si su autor nos metió en un laberinto y cada paso que damos más cerca de la salida, vamos comprendiendo donde empieza y acaba todo.
 Seguimos  con Una conversación trivial.  O mejor dicho, cuando se juega a ser Dios, cuando en realidad solo se es un cordero.  El cerco ¿Te imaginas ser un policía y tener la sospecha que tú mejor amigo es un asesino? 
Llegaremos a la que es para mí la parte más difícil de entender. Al caos, una fórmula que permite adivinar el futuro.  Con Sujeto Darwin, entenderemos el temor de convertirnos en aquello que tanto nos asusta, un nuevo ser creado de….
 Nos quedan los tres últimos.  Un mirón que,  sin saberlo, estará espiando a alguien muy especial. Un grupo de supervivientes que  comienzan a entenderlo todo.  Y Xhana negra poseída por un espíritu.
 Todo esto vais a encontrar. Pero recordad que el orden deberéis buscarlo vosotros. Profecías que se cumplen, humanos que se creen fuertes -intocables, casi Dioses- , pero que  lloran , gritan, suplican. Deteneros un instante a admirar la portada. Un ángel negro sobre las miserias humanas. Pero ahí, en lo alto, una estrella. Entendedlo, simplemente entendedlo…
 Maravilloso libro, maravilloso libro, maravilloso libro. 

Reseña de El latido de Olimpia, por Soraya Murillo

Por Soraya Murillo
Estamos ante un libro de fantasía donde la historia comienza en el prólogo, así­ que si sois de saltaros los prólogos, aquí nada de eso. Hay que leerlo porque si no, no entenderéis el origen del maravilloso mundo en el que vais a entrar. De uno de los personajes del corto nacerá la novela que vais a leer, lo que ocurrirá en ese prólogo romperá el equilibrio que hasta ahora había en Olimpia. ¿Qué puedo deciros de este pequeño trozo que vais a leer? Nos creemos muy fuertes, totalmente intocables, pero en el fondo nos pueden nuestras debilidades humanas.
En los primeros capí­tulos igual os cuesta arrancar, ya que el autor nos debe de situar en ese mundo y enseñarnos los personajes principales, pero una vez lleguemos ahí­, ¡bienvenidos al mundo de Olimpia!
Mientras la luz del atardecer se colaba por los amplios ventanales del palacio de Bredablims, el semidios Balder XI recibe a un heraldo que le trae la peor noticia que podí­a recibir: una soñadora ha despertado y su cuerpo ha sido expulsado de la catedral. Alethea, la soñadora, despertará en Olimpia, aunque pronto viajará de vuelta a Midgard, nuestro mundo, para ellos su tierra prometida. Allí­ conocerá a Araziel y juntos deberán regresar a Olimpia para recomponer el equilibro quebrantado. Y aquí­ comenzará la verdadera historia, sentaos cómodos porque hay todo un mundo de fantasía que os espera: la Ciudad de las Mentiras, donde el viento trae susurros que enloquece a sus habitantes. Buscareis más allá de las tierras yermas, donde se guardan los sueños olvidaos y subiréis a la barca de Caronte para llegar a la puerta del horizonte. Tendréis compañeros de diversas razas e índoles como un gigante jotun, un semidios, un visionario, sacerdotes que leen la mente, sabios, caballeros blancos, demonios, habitantes del pueblo gris… y tantos otros. Sabréis de increí­bles leyendas olvidadas en el tiempo, guardianes Esfinge que os pondrán a prueba con acertijos imposibles, cruzaréis puentes con un misterio por resolver…
Sí­, todo eso mucho más. Porque viviréis la historia, está escrita para vivirla. Recordad que ya os comente de este escritor por su libro Dioses y Corderos, haced memoria. Os dije que no era un escritor normal, le gusta que sus lectores piensen. En Olimpia lo deja todo atado, muy atado, pero deberéis ser lectores pacientes pues esta historia que creó para vosotros tiene muchos giros, muchas cosas inesperadas. Aunque es un mundo fantástico, es muy fácil ponerse en su piel, sus acciones son como las nuestras. La novela está viva, y eso la hace difí­cil de describir. Poco a poco notaréis cómo va evolucionando, cómo los objetivos mutan, las circunstancias cambian, las prioridades son otras, los malos no serán tan malos ni los buenos tan buenos… y es que al final odiamos si nos enseñan a odiar. Un mundo de fantasía o un mundo humano de fantasía, creo que ambas expresiones valdrían. Escrito de forma perfecta, buscando palabras poco usadas, sin caer en la pedanterí­a, sino con una prosa cuidada y con un vocabulario rico, nada repetitivo. Lo primero que pensé mientras lo leí­a es que me encontraba ante un libro muy, muy inteligente. Leedlo, seguid su estilo, sus formas de narración, esa sensación de quedar atrapado en la historia según avanzas con los protagonistas, es algo que desearía haceros sentir con palabras. Manuel Amaro es un autor que sabe jugar con los lectores y no hay duda de ello cuando logró hacerme soñar, me emocionó (e incluso sufrí) con los giros de la historia y supo hacerme vivir como si no fuera un lector y sí­ alguien dentro de su historia.
En este libro se fusionan prácticamente todas las mitologías, aunque predominará la nórdica. Pero también encontraréis nombres de diosas griegas, referencias al folclore azteca y vasco, demonios sacados de la tradición china y como no, magos inspirados en los druidas celtas. Algunos personajes están sacados de la Mitología Clásica, tal cual. ¿Acaso no os suenan los nombres de las Esfinges, o de Caronte? Hasta se permitió el lujo de añadir un pequeño guiño a La divina comedia que os reto a buscar. En definitiva, un gran, gran libro de fantasía, escrito rozando la perfección. Un mundo en que os sentiréis identificados, donde sus vidas, sus miserias, sus luchas, son tan parecidas a las nuestras que bien podrí­a ser esa nuestra tierra prometida y debamos ir en busca de esa puerta que separa ambos mundos.
Lo dije en su anterior libro­, Dioses y Corderos, y no puedo más que repetirme y escribir: maravilloso libro, maravilloso libro, maravilloso libro.

Reseña de FOBOS, por Soraya Murillo

Por Soraya Murillo.
En la mitología griega, Fobos (en griego antiguo ‘pánico’) era la personificación del temor y el horror. Su título fue lo primero que me interesó cuando escuché hablar de este libro de relatos. Pero para mi sorpresa no era terror lo único que iba a encontrar en su interior. Hay un poco de todo: miedo, cuentos, leyendas, ciencia ficción… No os quiero desenmascarar mucho; quiero que disfrutéis como yo lo hice.
 
Esa ansiedad que sentiréis, ese instante en que cambiará el rumbo de lo leído, la revelación de lo inesperado. Creo que a eso siempre se le ha llamado el arte de contar historias. Veintidós historias, veintidós relatos.
Dicen que cuando algo muy simple trae el miedo, es que el autor acertó con el escrito, y es posible que sea así. En el primer relato, “La agenda” vemos cómo un detalle tan sencillo, tan cotidiano, algo que todos tenemos y usamos, nos lleva al terror (por cierto relato que ganó un primer premio). Seguiremos con una especie de cuento y nos adentraremos en un lugar llamado Tierras Verdes para conocer un ser llamado Diorde. En “Caos”se nos sitúa en un mundo post-apocalíptico, del cual nuestro autor no nos deja ningún detalle de cómo se llegó ahí (cada cual deberá poner su imaginación en marcha), y nos hace partícipes de la soledad, la locura y la supervivencia. “Artesanos” (el más corto de todos)  es otro hermoso cuento que romperá creencias. “Kilómetro 301”, con el que regresamos al terror con una historia que no os dejará indiferentes, tal vez porque en más de una ocasión hayáis pensado en ella y en vosotros mismos. “El vendedor de sueños”: ¿y si un día alguien apareciera en vuestra vida para compraros vuestros sueños? Una hermosa historia con un final imposible de olvidar. “Ítaca” (a donde regresa Odiseo, el autor es un amante de la obra de Homero), donde volver al hogar y a lo único que importa es lo que hace que el protagonista siga luchando. “Ego”, el relato más difícil para mí de entender, pero con una pregunta clave…
Nos quedan unos cuantos más por comentar, pero dejadme primero que os haga algunas observaciones. Hay un abismo entre cada uno de ellos, algunos están escritos en primera persona y otros en tercera. ¿Y sabéis la sensación que tuve? Era como si no estuviera leyendo al mismo autor. Usó para cada uno un tipo de escritura diferente, construyó y dio tantos giros inesperados, supo dejar tal adicción dosificando la información, que nunca creí estar leyendo en todos ellos a Manuel Amaro Parrado. Desde luego es un placer ver cómo domina cualquier tema que le sirva para dejar un corto, desafía a los propios protagonistas con tal que vosotros disfrutéis, impulsando su tremenda imaginación más allá de la realidad de éste y otros mundos. Leerlo es dejar que el tiempo pase sin daros cuenta y sin que os importe que él se lo lleve.
Pequeñas cosas”, un canto a la esperanza. “Fobos”, relato que da título al libro, una historia acerca de cómo un fin de semana soñado puede terminar con la llegada de un ser sin rostro. “En las estrellas“, estoy segura que de haberla relatado un indio al lado de un gran fuego hace siglos hoy formaría parte del acervo de la humanidad, es la leyenda más hermosa que recuerdo haber leído. Ya resumiendo más rápido para no dejar tanta información, sabremos de un vidente y “El fin del mundo”. “La traductora“, un nuevo cuento con una nueva raza que esconde otra leyenda. “No sabemos nuestros nombres“, nos situamos en aquellos tiempos de la Guerra Civil española, pero con hombres salvando vidas. “Los más inteligentes“, un muy buen relato de ciencia ficción. “Dios del tiempo“, una historia mitológica sobre la presencia de Cronos, el rector de las horas. Los íncubos, esas criaturas que se posan en el pecho de los durmientes. “Cuando cese la lluvia“, un buen relato para contar a vuestros hijos y seguir creyendo. En “Mirón en un juego de cartas“, leeremos sobre una dimensión imaginaria donde los personajes cobran vida. “El observador“, o cuando una debilidad humana lo cambia todo. Sigue “La leyenda del ave Fénix“, otra forma de ver el mito, para terminar con “El macabro juego de Sal Beinit“, la historia más terrorífica de todas a mí entender.

Bien, dejé muy poco, lo suficiente para que sintáis interés por este maravilloso libro de relatos. No, no es casualidad que en pocas semanas me haya leído todos los libros que Manuel Amaro Parrado escribió en los últimos diez años, ni que dejara mis horas opinando de ellos. Los compré y no me arrepiento de haberlo hecho, es el mejor dinero que podéis gastar, os lo aseguro. Los libros caen muy fácilmente en el olvido, los buenos libros no siempre se dan a conocer. Yo, mientras pueda, seguiré descubriéndoos estas lecturas. Hoy ha sido Fobos, de Manuel Amaro Parrado, su primera obra y un gran recopilatorio de relatos que guardaré en un sitio especial de mi biblioteca, para tenerlo siempre a la vista.
Manuel: con este libro terminé lo que tenías escrito, sólo puedo agradecerte los buenos momentos que he pasado leyéndote. Siempre me dices que no eres escritor, que eres profesor de matemáticas, pero lo siento mucho, no es así. Al escritor lo hacemos los lectores y yo soy una lectora y no de pocos libros. Gracias por tener este don, este talento para escribir.