Recuerdo una película (sólo la recuerdo de título) de artes marciales del año del quico titulada "El luchador novato aprendió hasta del gato". Esta lección la debieron aprender nuestros dirigentes, que han tenido treinta y seis años de democracia para pulir sus técnicas de manipulación y engaño.
Lo más recurrente en estos últimos años de crisis es echarle mano a la conocida teoría del queso emmental (por ahí se conoce como teoría del gruyere, pero está equivocada pues el gruyere no tiene agujeros). Aznar ya la utilizaba diciendo que España iba bien. Zapatero la usaba diciendo que en España no había crisis.
¿En qué consiste la dichosa teoría?
El queso emmental tiene agujeros. Cuantos menos queso haya, menos agujeros podrás encontrar. Pero cuantos menos agujeros tenga un queso, más cantidad de queso hay. Total, y resumiendo... si a menos queso, menos agujeros, y a menos agujeros, más queso, entonces concluimos rotundamente que A MENOS QUESO, MÁS QUESO.
Y esta es la estrategia de Rajoy. Querernos hacer ver que, a pesar de todo lo que se ha perdido, España está ahí, saliendo de la crisis, mejorando día a día. A menos queso, más queso, señor Rajoy.
La culpa de todo la tenemos los españoles, que cada vez que nos vamos a las urnas elegimos -cegados por el brillo mediático de estas estrellas de la manipulación- comernos los agujeros, mientras que ellos se comen todo el queso y asientan sus fortunas.