La Catedral

No sé si ya he contado que estoy liado con una novela.
La empecé más o menos en octubre, y ya la habría terminado de no ser porque soy bastante perro muerto y escribo más bien poco (y también porque se me está alargando el asunto).
La historia se origina en uno de los relatos de Fobos, titulado "El observador", y del cual hablaré otro día. En este relato (la imagen es de Miguel Ángel Cáceres) aparecen dos personajes fantásticos, que no parecen de este mundo, y de los cuales no cuento mucho en el propio relato.
Cuando acabé de escribirlo, yo mismo empecé a fantasear acerca de la procedencia y los motivos de estos dos extraños seres, y de ahí surgió poco a poco la idea de crear mi mundo, Olimpia.
En la primera parte del libro (también hablaré más en otra ocasión, cuando esté más cercano su finalización), gran parte de la acción se desarrolla alrededor de una siniestra Catedral prohibida, llamada la Catedral de los Soñadores. Le pedí a mi amiga Concha Gómez que me hiciera un dibujo de dicho lugar, y os dejo, como aperitivo, su magistral y oscura visión de mi Catedral.

No hablo más de la novela por puro fetichismo.
Sólo tres personas la están leyendo por fascículos (Sara, Miguel Ángel y Concha), y se lo agradezco enormemente porque sé que los estoy haciendo sufrir con una entrega de nuevos capítulos tan espaciada en el tiempo.
La cosa va para delante, el tomo de folios sobre mi mesa ya alcanza los 2 cm.
Un abrazo a todos!!!