domingo, 14 de noviembre de 2010

PLÁCIDO, DE LUIS G. BERLANGA

Hay que tenerlos bien puestos para hacer ciertas cosas en determinadas circunstancias. Y es que en 1961 España aún se chupaba muchas heridas provocadas por la guerra y pocos eran los que se atrevían a levantar la voz y mofarse de los convencionalismos sociales.
"Plácido" es un deleite para los amantes del buen cine. Encubierta detrás de una máscara de comedia, podemos ver la más feroz de las críticas sociales y la más real de las crónicas sociales. Plácido muestra una España de contrastes, con pobres muy pobres y ricos muy ricos; una España de falsa moral en la que cualquier cosa vale para aparentar ante los vecinos; una España ligeramente picaresca, fuertemente religiosa, sobradamente obrera, acomplejada aún por nuestros vecinos extranjeros y en exceso pomposa.
No sé qué vieron los censores de la época, pero se las colaron todas una por una. Palos a las clases altas, palos a la moral de pacotilla y palos a la religión (memorable la escena en la que mueven la cabeza del moribundo para que dé el sí quiero, después de que se hubiera negado a casarse por voluntad propia).
No me tiembla el pulso al escribir que tal vez estemos ante la mejor película de la historia del cine español.
Aún así, la cinta tuvo algún problema con la censura, que cuestionó el villancico que se canta al acabar:  
"Madre, en la puerta hay un niño
más hermoso que el sol bello.
Yo creo que traiga frío, porque viene casi en cueros...
Pues dile que pase y se calentará,
porque en este mundo ya no hay caridad.
Y nunca la ha habido ni nunca la habrá.".
Yo la volví a ver ayer tarde, en cuanto me enteré de la fatal noticia.
De nuevo nos ha abandonado un grande.
Gracias por lo que nos ha dejado, Sr. García Berlanga.
Gracias por haberlos tenido tan bien puestos.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy del todo de acuerdo en cuanto a Berlanga, respecto a la película, que es GENIAL, no es la única, pues ahora mismo pienso en EL VERDUGO y se me cae el Alma de como me quedé entonces; de todas formas son tantas...Tendré que revisarlas otra vez.Jose-Luis

Manuel Amaro dijo...

José Luis... La revisaremos también.

María A. dijo...

Maravillosa entrada como homenaje a una maravillosa película y maravilloso director. Aún guardo ese sabor agridulce que te deja la película conforme va avanzando y esas ganas de gritar a los cuatro vientos: "¡¡¡¡¡Viva Berlanga!!!!!"; qué pena me ha causado su muerte, pero qué alegría tener tan al alcance su gran legado.

Mery dijo...

Plácido es una OBRA DE ARTE.
Precisamente la cogí el sábado pasado al comprar el periódico, aunque la he visto cien veces antes, y mira por dónde, fallece Berlanga.
Ojalá los directores actuales tomen ejemplo de su valentía y originalidad. De su genialidad, a fin de cuentas.
Un abrazo

los lunes dijo...

Coincido con José Luis en recomendar "El Verdugo", y pensar en la fecha en que la hizo. Siempre me ha gustado más que la genial "Bienvenido Mr. Marshall". Revisaré "Plácido" por recomendación suya.

Y toda su genial obra, sin subvenciones.... ahí queda eso.

Manuel Amaro dijo...

María... gracias, gracias. ¿Cuál es la próxima?

Mery... ¿coges la película el sábado y muere Berlanga? Por favor, que nunca te den un libro mío con el periódico.

Mondays... pues yo revisionaré El Verdugo, que la vi más o menos el día del preestreno y no me acuerdo.

Mery dijo...

Si cuando yo digo que hace falta un exorcista...

irene dijo...

Un genio y un valiente, como tú dices, con un par...
Aunque estos maravillosos hombres se van, afortunadamente nos dejan su preciado legado.
Un beso, Manuel.

Mery dijo...

Hola, de nuevo por aquí.
Anoche la pusieron en la 2.
Un abrazo

Manuel Amaro dijo...

Irene... ¿tus tres puntos suspensivos significan "pelotas"? ¿"Cojones", acaso? ¡Es maravilloso este nuestro lenguaje, con todos sus matices!

Mery... sí, me di cuenta, aunque la había visto unos días antes.