No es fácil escribir historias que envuelven paradojas. La paradoja requiere mucha atención, y también es un riesgo de cara a que lo que intentas plasmar quede lo suficientemente claro y el lector no se evada de la lectura.
"El hombre que burló al caos" narra la historia de un hombre que intenta vencer a su propia paradoja. Un joven matemático teórico, un becario investigador, lleva tiempo trabajando en una fórmula capaz de predecir con fiabilidad acontecimientos futuros.
¿Que creéis que es imposible? Bueno, es tan posible que de hecho ya existen ramas matemáticas que lo hacen, aunque con limitaciones.
Una de estas limitaciones es el caos. Un conjunto de micro-variables tan denso que resulta imposible tenerlo todo en cuenta.
Con esta situación de partida, nuestro protagonista ha conseguido perfeccionar su obra justo en el momento en el que sus jefes han decidido cancelar su investigación. Desesperado, decide ponerla a prueba para demostrar su fiabilidad, y la aplica a sí mismo encontrándose con una situación que no esperaba: esa misma noche la fórmula prevé que se suicidará.
Si se suicida, su fórmula funciona, pero no estará él para disfrutar de la gloria. Si no lo hace, deberá reconocer su fracaso.
¿Muerte y gloria, o vida y fracaso? Os dejo un pequeño párrafo:
Ignorando el
hedor a vómito del aseo, Lauren introdujo la mano en su bolsillo y sacó de
nuevo la moneda. Se miró al espejo y vio un rostro blancuzco, ojeroso y
demacrado, al cual dijo en voz alta que prometía acatar la decisión del azar.
Inmediatamente después, lanzó la moneda y la recogió con la diestra y un
suspiro ahogado. Sabía que acababa de hacer un examen de ingreso al infierno y
tenía dentro de su puño cerrado la posibilidad de ver la nota final.
Podía abrir la
mano, simplemente, o dejar que la moneda cayera sobre el dorso de su izquierda.
De nuevo tenía ante sí una decisión que no se atrevía a tomar.
Querido lector, cuando leas esta historia, la octava del libro, estarás muy cerca de conocer todos los secretos de "Dioses y corderos". Ya casi habrás terminado tu propio examen de ingreso al infierno...
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